
En el ecuador de la campaña electoral, el PP ya empieza a afinar el tiro para movilizar al electorado y conseguir una amplia mayoría. Después de la victoria de Alberto Núñez Feijóo frente a Pedro Sánchez en el debate del pasado lunes, el partido da por descontado que ganará las elecciones y se vuelca en conseguir aglutinar el voto para no depender de Vox.
"Si no unimos el voto habrá miles de votos que no consigan escaño y los perderemos nosotros", advirtió Feijóo en un mitin en Oviedo donde cifró en 20 el número de diputados en juego que podrían caer de lado de la izquierda, si el voto a Vox no se traduce en un representante. Una apelación a concentrar apoyos para evitar que el reparto de la Ley D’hont -que penaliza la división en las circunscripciones pequeñas- acabe perjudicando a la derecha.
Según fuentes del PP consultadas por Libertad Digital, las provincias en las que existe este riesgo son aquellas en las que se reparten 3, 4 y 5 escaños. Se trataría, por tanto, de Badajoz, Cantabria, Castellón, Ciudad Real, Huelva, Jaén, Navarra y Valladolid que aportan 5 diputados cada una al Congreso. Álava, Albacete, Burgos, Cáceres, León, Lérida, Lugo, Orense, La Rioja y Salamanca, que suman 4 cada una. Por último, Ávila, Cuenca, Guadajalara, Huesca, Palencia, Segovia, Teruel y Zamora, que aportan 3.
Feijóo se vuelca en las provincias pequeñas
En estas provincias pequeñas habría hasta 20 escaños en duda que podrían caer del lado del PSOE si el PP no suma suficientes apoyos como para obtener el último diputado en reparto. De ahí que Feijóo se vuelque estos días en recorrer estos lugares para movilizar al electorado y evitar que el PSOE sume 20 diputados más a su cómputo total.
El partido ha publicado además un vídeo en el que Feijóo asegura que el PP "quizá no sea tu partido, pero sí somos la solución", apelando a los votantes de izquierda y de derecha para lograr una amplia mayoría. Nombrando expresamente a votantes de Cs, el PSOE y Vox, defiende la necesidad de tener un gobierno "sin ataduras".
El presidente ya advirtió del riesgo de dividir el voto el pasado martes en Ciudad Real, una de las circunscripciones en duda, durante un encuentro informal con periodistas. Desde ese día, ha visitado Burgos o Cantabria y estará en Navarra o La Rioja, todas ellas provincias en las que existiría ese riesgo.
Este temor explica que Feijóo apele cada vez con más empeño a los votantes de Vox, no sólo con el claro interés de conseguir más apoyos, como ocurre con todos los candidatos, sino también para que la derecha no pierda opciones de gobierno, dado que el partido de Santiago Abascal sigue cayendo en las encuestas y se quedaría fuera del reparto de escaños en las provincias más pequeñas, si se cumplen esos pronósticos.
El último sondeo que señala este riesgo es uno publicado por El Mundo que habla de cómo Vox se desinfla precisamente en estos lugares, donde el PP saca de la ecuación a Sumar y asegura que ya sólo populares y socialistas se disputan obtener representantes. Una situación similar a la que ocurrió el 28-M cuando los votos perdidos a Cs en Castilla La Mancha acabaron favoreciendo que el socialista Emiliano García Page retuviera el gobierno.

