El PSOE no piensa renunciar a la Presidencia del Congreso pese a la decisión "personal" de Meritxel Batet de "no optar" a la reelección. Pedro Sánchez ha convocado a su grupo parlamentario a una reunión en el Congreso de los Diputados. Será el miércoles 16, un día antes de la Constitución de las Cortes. Ese día, el líder socialista piensa desvelar quién será el candidato del PSOE a la presidencia de la Cámara Baja.
Los socialistas no se plantean ceder la tercera autoridad del Estado, la de mayor importancia tras el Rey y el presidente del Gobierno, a otro partido. En los últimos días, Sumar ha abierto las puertas a que otra persona, que no tenga el carné del PSOE, pueda situarse al frente de la Cámara Baja.
En el entorno de Yolanda Díaz han deslizado que podría encabezarla un nacionalista pero en el PSOE constatan que no es más que una estratagema para que recaiga en el partido heredero de Podemos. Los socialistas creen que ni el PNV, ni ERC, ni Junts quieren convertirse en la tercera autoridad del Estado.
En cambio, lo que sí les podría interesar sería algún puesto en la mesa. El PSOE estaría dispuesto a que alguno de ellos entrase en la junta rectora de la Cámara Baja y ya estudian fórmulas para ceder alguna de las secretarías o vicepresidencias. Unas negociaciones que, como todo durante estas semanas, se "están llevando con total discreción".
¿Candidatos a presidir el Congreso?
Las quinielas en el PSOE apuntan varias nombres pero hay dos con más posibilidades. Por un lado, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, al que se le daría una salida honrosa de Moncloa tras una serie de deslices. La mano derecha de Sánchez cuenta con las simpatías de ERC ya que fue el principal interlocutor en algunas de las medidas como la derogación de la sedición.
El principal hándicap de Bolaños es su género: hombre. Muchos en el PSOE no quieren que las tres principales instituciones del Estado (Rey, Presidencia del Gobierno y Congreso) estén en manos masculinas. De ahí que se estén barajando más nombres. Uno de ellos, es la expresidenta de Baleares, Francina Armengol, flamante diputada electa por el archipiélago.
Su nombre no es visto con desagrado por ERC o Junts. Como ella se encargó de remarcar este miércoles, al entregar sus credenciales, proviene de "la España periférica". También gusta a los socios que no es rival electoral en Cataluña. Una de las más fieles "sanchistas", tiene como principal inconveniente que sigue siendo la secretaria general del PSIB. Un cargo al que tendría que renunciar si quiere ser la presidenta del Congreso.
En las quinielas han estado otros nombres como la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, o el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, pero los socialistas creen que la primera ya está amortizada y el segundo podría seguir al frente de la portavocía.