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"Cumbre" de expresidentes de la Generalidad en el sur de Francia para agasajar a Puigdemont

Un homenaje a Pau Casals en el 50 aniversario de su muerte se convierte en un acto de apoyo al prófugo y para pedir amnistía y autodeterminación

Un homenaje a Pau Casals en el 50 aniversario de su muerte se convierte en un acto de apoyo al prófugo y para pedir amnistía y autodeterminación
Carles Puigdemont junto a Pere Aragonés, José Montilla y Quim Torra y Jordi Pujol, en el homenaje a Pau Casals. | EFE

El actual presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, y los expresidentes autonómicos Jordi Pujol, José Montilla, Carles Puigdemont y Quim Torra han sido los protagonistas de un acto de la Universitat Catalana d'Estiu celebrado en la abadía de Saint-Michel de Cuxa, cerca de la localidad francesa de Prada de Conflent –en la 'Catalunya nord', según los separatistas– para conmemorar el cincuenta aniversario del fallecimiento del músico Pau Casals. El acto, en realidad, ha consistido en un mitin político en el que han lanzado discursos todos los expresidentes y el actual titular de la presidencia de la Generalidad.

Puigdemont y Pujol han sido los más aclamados al grito de "independencia" mientras que el socialista José Montilla ha recibido abucheos y silbidos, aunque también aplausos por parte del público concentrado en la iglesia de la antigua abadía benedictina. Tras los discursos del director de la Universitat Catalana d'Estiu, el historiador Jordi Casassas, y del profesor de historia de la música Jaume Carbonell, ha sido el turno de Jordi Pujol, quien ha elogiado la defensa de la lengua catalana que ha atribuido a Puigdemont en las negociaciones para la formación de la Mesa del Congreso.

Pujol ha alertado de que "sin la lengua y la identidad una sociedad se deshace. La lengua y la identidad son elementos básicos y eso ahora está en riesgo". Tras esas palabras, ha agradecido el trabajo de los presidentes de la Generalidad que le han sucedido porque todos ellos, ha dicho, han preservado la identidad catalana. Pero ha querido hacer una mención especial a Puigdemont con un "agradecimiento y un particular reconocimiento". La mención ha provocado grandes aplausos y los primeros gritos de "independencia".

Pujol y los "negros, asiáticos y sudamericanos"

Pujol ha advertido que "Cataluña tiene la obligación de acoger a todo el mundo, sean negros, asiáticos, sudamericanos, pero también tenemos la obligación de mantener nuestra identidad". Y ha recordado, para suavizar los perfiles de su intervención, que la madre de Pau Casals era de Puerto Rico.

Los gritos de "independencia" se han redoblado cuando arrancaba el discurso del siguiente expresidente, el socialista Montilla, que tras glosar la figura de Pau Casals, su "actitud fraternal con España". También ha reivindicado una "España diversa, capaz de gestionar su diversidad", lo que ha provocado silbidos del público. Tampoco gustó a los presentes que abogara por "el diálogo, la negociación y el pacto entre nosotros y con el resto de España", en otra alusión al momento político.

Tras Montilla ha subido al estrado Puigdemont, recibido a los gritos de "presidente Puigdemont" con gran entusiasmo. El prófugo ha destacado que Pau Casals ejerció de catalán sin complejos, que siempre defendió la "nación catalana" y que en 1932 decidió pasar de llamarse Pablo a Pau como un gesto de catalanidad. También ha hablado de la supuesta "visión de Estado" del músico, del discurso ante las Naciones Unidas en el que dijo "yo soy catalán" y de que la defensa de la lengua –en una velada alusión al pacto con el PSOE y Sumar para la Mesa de Congreso– ha sido un acto para preservar el idioma y legarlo a las generaciones futuras.

El expresidente Quim Torra, por su parte, ha asegurado que si Casals no recibió el premio Nobel de la paz fue por presiones del régimen franquista, alusión muy aplaudida por el público. El último en tomar la palabra ha sido el actual presidente de la Generalidad, el republicano Pere Aragonès, que ha agradecido los gritos, otra vez de "independencia", "recordando el objetivo que nos une". Su discurso ha sido el más político de todos, con una apelación a las reivindicaciones separatistas de "amnistía y autodeterminación" y también al consenso entre separatistas para negociar con el Estado.

La escuela catalana, "asediada"

Al igual que Pujol, ha dedicado elogios a Puigdemont, de quien ha dicho que "padece una situación de exilio". Aragonès ha asegurado además que "la escuela pública catalana está siendo asediada, igual que los medios públicos y otras instituciones del autogobierno como los Mossos" y ha ratificado que el objetivo político de ERC es que "Cataluña sea un Estado de la Unión Europea" y que "nunca dejaremos de construir la nación catalana".

El acto, en el que también estaba presente el abad de Montserrat, Manel Gasch, se ha convertido en un homenaje a Puigdemont que Aragonès ha tratado de matizar con una encendida intervención de corte separatista en medio de la pugna que mantienen ERC y Junts per Catalunya (JxCat) por la hegemonía en el terreno independentista.

Los medios catalanes han subrayado que el de Puigdemont ha sido el primer viaje fuera de Bélgica del prófugo después de que la justicia europea le retirase la inmunidad y han especulado durante los últimos días sobre la posibilidad de que el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena reactivara la orden europea de detención. Sin embargo, Llarena decidió esperar a que se pronuncie definitivamente el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), pues tras el fallo del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE), cabe recurso de la defensa. Al respecto, el abogado Gonzalo Boye ha acompañado en este viaje a Puigdemont para alimentar las especulaciones sobre una hipotética detención.

Artur Mas ha excusado su presencia en el acto por "razones personales".

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