Uno de los miembros del clan Barroso –el grupo hermanado en torno a Miguel Barroso, hombre fuerte del Grupo Prisa y asesor de Pedro Sánchez–, Luis Arroyo, fue contratado por la RFEF para encauzar la estrategia de comunicación de Luis Rubiales, cercado ya entones por diversos escándalos relacionados con su gestión al frente del citado organismo, según informa PRNoticias.
Arroyo, sociólogo, consultor de comunicación, autor de varios libres y columnista en el diario de izquierdas Infolibre, prestó sus servicios a Rubiales cuando a éste le consideraban un directivo del fútbol español muy próximo al PSOE, con buena sintonía con el entorno de La Moncloa y el propio Pedro Sánchez.
Arroyo compatibilizó esta tarea con la presidencia del Ateneo de Madrid y las labores de asesoramiento político relacionadas con Miguel Barroso. Hasta la fecha, el sociólogo que, según PRNoticias, "presume de limpiar imágenes y trazar estrategias reputaciones", no se ha pronunciado sobre el beso del expresidente de la RFEF estampó a la futbolista Jenni Hermoso. Se desconoce si continúa manteniendo relación contractual con la RFEF.
Tal y como apunta el citado medio, el episodio del beso a Jenni Hermoso se puede interpretar en una clave política: el PSOE le ha quitado la red a Rubiales que, según numerosos adversarios del presidente de la RFEF, era lo que le permitió afrontar otros escándalos de forma impune.
El "amanuense" de Barroso
Barroso es vocal del Consejo de Administración de Prisa. Fue secretario de Estado de Comunicación de José Luis Rodríguez Zapatero y, desde que Pepa Bueno fue nombrada directora del periódico, es el director editorial in pectore de El País. Él y José Miguel Contreras son los Migueles, los asesores externos de referencia de Pedro Sánchez.
Luis Arroyo fue director de gabinete de Barroso cuando éste era secretario de Estado de Comunicación –también lo fue con Fernando Moraleda– y, actualmente, es considerado "mano derecha y amanuense" de Barroso.