
Iba a ser la gran cumbre comunitaria de la presidencia española al frente de la UE pero, al final, pasará a la historia nacional como el evento en el que Pedro Sánchez dejó de jugar al tabú y pronunció la palabra "amnistía". Las conclusiones comunitarias pasan a un segundo plano en las portadas españolas.
El presidente del Gobierno en funciones escogió la rueda de prensa final de la reunión de líderes celebrado en Granada, en la que él se ha lucido como anfitrión y organizador de eventos, para vender el perdón de las causas judiciales al fugado Carles Puigdemont ante la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo Europeo, Charles Michel. Nada es baladí. Ni el momento, ni el lugar, ni la compañía.
"No deja de ser una forma de superar las consecuencias judiciales a la situación que vivió España con una de peores crisis territoriales en 2017", promocionó desde el púlpito comunitario tras mentar la palabra "amnistía". Sánchez aprovechó una pregunta sobre la propuesta de la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, presentará este martes. La idea de la líder de Sumar, tal y como se puede ver en algún borrador filtrado, es exonerar todas las "acciones" separatistas desde 2013.
Pronunciando la palabra
El candidato a una investidura que sigue sin fecha remarcó que conocen esta proposición igual "que conocen la de otros partidos políticos sobre la amnistía". Ya no hay vuelta atrás. Ahí es cuando pronunció la palabra maldita. El tabú al que han jugado durante semanas él y todos los políticos socialistas. Ahora, ya pueden vender sin ambages la medida que Junts pone como condición para investir a Sánchez: que les perdonen todas las causas judiciales pendientes.
El líder socialista añadió que su propuesta no coincide con la de su socio de Gobierno, que el borrador del PSOE no es el de Díaz y que el resultado final será diferente. "No habrá acuerdo hasta que no esté acordado", sentenció y emplazó a los periodistas a que conozcan la conclusión final cuando "culminen" las negociaciones.
Sin acuerdo
Sánchez se escudó en esas conversaciones para no definir qué es lo que no le gusta de la propuesta de Sumar y tampoco las líneas maestras de su borrador. El líder socialista sí prometió, en cambio, que el acuerdo, cuando se produzca, será "absolutamente transparente, público" y "en el marco de la Constitución"
El presidente del Gobierno en funciones volvió a incidir, igual que lo hizo el día que asumió su candidatura tras la designación del Rey, que su objetivo es alcanzar un "acuerdo de legislatura" y no solo de investidura y que ese objetivo emana del resultado de las urnas. El líder socialista volvió a marcar distancias con Feijóo y añadió que trabajará "porque haya una investidura real"

