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El 'ecologista' García Torres tira de calefactores para sortear la prohibición de dar la calefacción: "Así es la vida"

El director de Derechos de los Animales reinterpreta a su antojo las medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno del que forma parte.

El director de Derechos de los Animales reinterpreta a su antojo las medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno del que forma parte.

La eficiencia energética y las medidas de ahorro ecologista son estupendas para la izquierda, pero para imponérselas al resto. Cuando esas medidas les afectan directamente, todo cambia. Por ese motivo PSOE y Sumar han pactado prohibir los vuelos cortos "inferiores a 2 horas y media", pero el Falcon no se toca; y en agosto de 2022 se aprobó el Decreto Ley de medidas de ahorro energético que regula la temperatura máxima de las calefacciones y aires acondicionados en determinados locales, pero… cuando llega el frío, no hay norma ecologista que valga y uno acaba tirando de calefactores si hace falta.

Justo al finalizar la primera jornada del Tercer Congreso de Derechos de los Animales organizado por la Dirección General de Derechos de los Animales dependiente del Ministerio de Ione Belarra, su director, Sergio García Torres, ha prometido a los asistentes que para paliar el frío, instalará calefactores en la sala porque la ley le prohíbe dar la calefacción por motivos supuestamente ecologistas.

"Sé que hace fresquito y estamos todos con ganas de salir. Mañana bajaremos unos calefactores, lo prometo. Estaremos todos mucho mejor. Pero sabéis que el plan de ahorro energético nos impide hasta el 1 de noviembre dar la calefacción. Bueno… así es la vida", ha señalado García Torres. Su promesa ha desatado los aplausos de los asistentes que, al parecer, tampoco están de acuerdo con las medidas de ahorro energético del Gobierno.

Así que, en lugar de cumplir estoicamente con la norma aprobada por el Gobierno del que él forma parte o vestir un polar térmico en lugar de camiseta y americana, García Torres vuelve a reinterpretar las leyes a su manera. Si la ley de Bienestar Animal prohíbe sacrificar animales por motivos económicos, García Torres nunca admitirá que la ley es una chapuza idealista, sino que escribirá una carta diciendo cómo debe interpretarse. Si la norma de eficiencia energética prohíbe dar la calefacción, García Torres nunca dirá que es una norma absurda en determinados casos. Él saca unos calefactores y lo arregla.

Ahora es mucho más sencillo entender por qué los miembros de Podemos insisten en que las leyes no están mal hechas y que la culpa es de los jueces que las interpretan. Porque, ya sea por los aviones, la calefacción o los violadores en la calle, al final para ellos las leyes son pura propaganda ideológica.

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