En febrero de 2022 Putin invadió Ucrania, pero su guerra contra las democracias europeas empezó mucho antes. Hace dos años Maite Pagaza explicaba la estrategia que llevaba la UE para hacer frente a las injerencias de Rusia después de que The New York Times desvelara cómo uno de los principales asesores de Puigdemont, Josep Lluís Alay, había viajado a Moscú y estaba relacionado con la creación de Tsunami Democràtic. El pasado jueves, en un artículo publicado en El Mundo, Pagaza indicaba que "la operación de injerencia en Cataluña es, en todo caso, un ejemplo sofisticado de operación híbrida, ya que Rusia encontró un escenario fértil para probar su estrategia. (…) Incorporó en su diseño intervenciones combinadas, durante largos periodos, de agentes de campo, acciones de desinformación, acceso a órganos de Gobierno y utilización de agencias de noticias y medios digitales, como son Sputnik y Russia Today".
Pagaza se ha referido al Centro Europeo de Excelencia para la Lucha contra las Amenazas Híbridas (Hybrid CoE), radicado en Finlandia, que en abril de 2023 apuntó que "si se hubiera sabido entender la sintaxis de esa desinformación e injerencia, se hubiera podido evitar". "Nos faltan muchos datos. Ojalá con la operación Volhov –la que investiga los contactos de agentes de inteligencia rusa con el entorno del golpista Puigdemont– se pueda avanzar más", ha añadido.

