Fue la tarde de los móviles. Los diputados de todos los partidos, de izquierda a derecha, se enteraron de la ruptura de Podemos con Sumar y su marcha al Mixto gracias a las redes sociales. La noticia la tuiteaba el canal de televisión de Pablo Iglesias y sus señorías iban compartiendo la noticia como una cadena por Whatsapp.
Hasta en el propio grupo mixto se enteraron "por las redes" de la llegada de los cinco nuevos diputados. La portavoz de Coalición Canaria, Cristina Valido, incrédula, decidió llamar a la diputada de Podemos, Noemí Santana, quien le confirmó que, desde ahora, son compañeras de grupo. Ambas se conocen de su etapa en el Parlamento canario, cuando Santana era Consejera de Derechos Sociales y Valido estaba en la oposición.
Reorganizando el grupo
La llegada de los cinco diputados de Podemos al mixto obligará a reorganizar todo el Grupo Mixto donde, hasta ahora, sólo había tres formaciones con un representante cada una (UPN, BNG y Coalición Canaria). Ahora, los morados serán la fuerza con más escaños y, por tanto, con más poder. Esto obligará a modificar las portavocías en las distintas comisiones.
Podemos exigirá las de mayor peso y visibilidad aunque tendrá que entenderse con el resto de partidos que integran su grupo para acordar un reparto que satisfaga a todos. En el Congreso hay 14 comisiones (11 permanentes legislativas y otras 3 sin capacidad para legislar), así que lo más probable es que casi todos sus diputados morados tengan una portavocía en alguna comisión. Esto supone un plus de 1.598 euros al mes por portavoz.
Más foco
También se garantizan participar en todos los debates parlamentarios. Como recuerda un exdiputado del Mixto, en el grupo se funciona "con cierta flexibilidad interna" y "lo normal es que en cada debate puedan intervenir hasta tres portavoces" . Siempre se da prioridad al subgrupo con más miembros. Así que en un pleno, como el de este martes sobre Israel, Podemos volvería a tener voz propia sin necesidad de respaldar al representante de Sumar.
Los morados también podrán marcar una línea más crítica en aquellas sesiones parlamentarias más relevantes, como pueda ser los de Presupuestos, o confrontar con Sánchez cuando comparezca ante el Congreso.
Belarra preguntando a Sánchez y Díaz
Los morados también aumentarán su presencia en la Junta de Portavoces. En el Grupo Mixto, se turnan la representación ante el órgano interno que se encarga de fijar el orden del día de las sesiones plenaria. Cada mes, un portavoz de cada subgrupo del Mixto se encarga de llevar la portavocía , una responsabilidad que, en la actualidad, ostenta el diputado del BNG, Néstor Rego.
Esto le da derecho a preguntar una vez al mes en la sesión de control al presidente del Gobierno. Así que, cada cuatro meses, Ione Belarra podrá acorralar a Pedro Sánchez . Mayor flexibilidad tendrá para registrar preguntas a cualquiera de los ministros, incluyendo a su exjefa Yolanda Díaz.
Ver a Belarra haciendo oposición y enfrentándose a sus excompañeros en el Consejo de Ministros será solo cuestión de tiempo. Los morados también podrán tener con mayor facilidad la condición de portavoz adjunto que también es rotatoria.
Más dinero
Queda por ver cómo se reparten el dinero en un grupo parlamentario que todavía estaba empezando a conformarse. La parte más rentable será la monetaria. Un ejemplo: en la pasada legislatura, con 11 diputados, en el mixto tenían 5.000 euros mensuales de subvención por cada representante. De ahí, podían pagar asesores o responsables de comunicación. Ahora, con 8 diputados, esa cantidad podría aumentar. Los que no parecen muy conformes son UPN, BNG y CC que verán disminuida la cantidad que, durante estos últimos meses, habían recibido.