
Tras anunciar una moción de censura para entregar a Bildu la alcaldía de Pamplona, otros tres consistorios navarros están en el punto de mira. Se trata de los ayuntamientos del Valle de Egüés, Barañáin y Estella, donde, al igual que en la capital, los socialistas tienen la llave para desalojar a UPN y ceder el bastón de mando a los proetarras.
En los tres casos, la formación regionalista obtuvo la Alcaldía tras convertirse en la lista más votada en las elecciones municipales del pasado mes de mayo. Sin embargo, no tiene la mayoría en el pleno, por lo que un acuerdo entre Bildu y PSN, junto a otras fuerzas de la oposición, podría provocar un vuelco en el Gobierno. Además, se da la circunstancia de que, en los tres municipios, los proetarras tienen más representación que los socialistas.
Así quedaron las municipales
En el caso del Valle de Egüés, localidad con cerca de 21.000 habitantes, Xuriñe Peñas (UPN) logró hacerse con la Alcaldía gracias a los seis concejales de su grupo y al único edil del PP. Bildu obtuvo exactamente el mismo número de apoyos. Sin embargo, el hecho de que los socialistas -que por aquel entonces tenían la vista puesta en las elecciones generales que se celebrarían inmediatamente después- no les apoyasen fue determinante para que se impusiera la lista más votada, tal y como establece la Ley Electoral en el caso de los ayuntamientos.
Algo parecido sucedió en Estella, donde si los dos concejales del PSN hubieran votado al candidato de Bildu, los proetarras estarían gobernando en estos momentos, ya que la actual regidora, Marta Ruiz de Alda, contó en su momento con los siete votos de UPN más el del único edil del PP, mientras que Bildu se quedó con siete (cinco suyos, más los de Geroa Bai y Contigo-Zurekin).
El caso de Barañáin es más complejo, por cuanto ni siquiera los partidos más radicales consiguieron ponerse de acuerdo. La candidata de UPN, María Lecumberri, logró revalidar su mandato gracias a sus seis ediles y el del PP. Sin embargo, Bildu solo obtuvo sus cuatro votos. Ni Geroa Bai ni Contigo-Zurekin (formación equiparable a Podemos) apoyaron a su candidato. Tampoco lo hizo el PSOE, que cuenta con cuatro ediles en esta localidad de algo más de 20.000 habitantes.
El "pacto encapuchado"
A la espera de comprobar si la moción de censura en Pamplona provoca o no un efecto dominó, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya ha advertido de que esta maniobra forma parte del "pacto encapuchado" del PSOE con los proetarras; algo que, a su juicio, es "indecente" y "bochornoso", por cuanto supone "dar a un partido heredero de ETA lo que no ha conseguido en las urnas".
"Han vuelto a mentir a los ciudadanos de Pamplona, Navarra y el conjunto de España", denunciaba Feijóo este miércoles, en referencia a todas las veces que había negado que hubiera un pacto en esta dirección para terminar entregando una alcaldía tan significativa "a un partido que lleva asesinos en sus listas electorales". "Vamos conociendo la catadura moral de este partido y el precio que ha pagado el presidente del Gobierno para volver a serlo", sentenciaba.


