El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ha tardado nueve días en defender con contundencia a los magistrados señalados por la portavoz parlamentaria de Junts, Miriam Nogueras, durante el pleno de admisión de la Proposición sobre la Amnistía. "Yo voy a defender la profesionalidad y la integridad del señor Llarena, Marchena y la señora Espejel", ha afirmado ante su primera comparecencia ante la Comisión de Justicia tras los reproches de PP y Vox por su silencio durante esta semana.
Bolaños ha aprovechado para equiparar a los jueces señalados por Junts con el exministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que en la actualidad es vocal progresista en el Constitucional y con el presidente progresista del Tribunal de garantías, Cándido Conde Pumpido, y para victimizarlos de un supuesto señalamiento que, a diferencia de Llarena o Marchena, todavía no ha llegado a la tribuna del Congreso. "También voy a defender al señor Pumpido y al señor Campo", ha añadido el flamante titular de la cartera de Justicia pero sin especificar los ataques que habrían sufrido.
La reunión con Feijóo
La comparecencia se ha producido sólo unas horas antes de la reunión en el Congreso de los Diputados entre Sánchez y Feijóo y donde el tema central será la justicia. Bolaños ha aprovechado la fecha del encuentro, 22 de diciembre, para hacer un juego de palabras. "Al Estado de Derecho y a la democracia le tocaría el Gordo si mañana el PP se aviniese a reformar el CGPJ", ha afirmado el ministro de Justicia que, en más de una ocasión, ha reprochado a los populares su bloqueo con "más de 30 excusas".
"El acuerdo es posible", ha sentenciado Bolaños antes de recordar que "hace un año" Feijóo y Sánchez " lograron un pacto que "está escrito" pero que se quedó en papel mojado tras la decisión del Ejecutivo de emprender una reforma del Código Penal para derogar el delito de sedición.
Unas afirmaciones que han sido respondidas desde la bancada popular por María Jesús Moro. "Ni hay bloqueo, ni hay incumplimiento", ha añadido ante las risas de la bancada socialista. "Hay cosa y lo sabemos perfectamente. Lo hablarán nuestros presidentes", ha terciado la diputada de la oposición mientras que ha pedido "guante blanco" para Feijóo, al igual que el Gobierno tiene con Junts y ERC. "Cuando yo invito a alguien a casa, evito insultarle las semanas anteriores", ha reprochado la popular al PSOE.
La vía Guilarte
Bolaños ha desechado las propuestas del portavoz de Sumar, Enrique Santiago, que le ha pedido un cambio de mayorías para reformar el CGPJ. Escudándose en la Comisión Europea, el ministro de Justicia ha desvelado que el comisario Reynders le agradeció que "esto no estuviera en sus planes para rebajar las mayorías y que bastase sólo con la mayoría absoluta". "Es una garantía para el poder judicial", ha defendido.
En cambio, el ministro sí ve con buenos ojos la llamada vía Guilarte. El actual presidente interino del CGPJ ha pedido reducir las competencias del órgano para favorecer su renovación. Bolaños no lo ha descartado y Enrique Santiago incluso le ha pedido que su ministerio asumiese parte de esas competencias.
Bronca comisión
La comisión de Justicia no ha estado exenta de bronca cuando el presidente, Francisco Lucas, ha defendido que el portavoz de Junts, Josep María Cervera, interviniese en catalán pese a que el sistema de traducción todavía no está implementado en las comisiones y les ha emplazado a los diputados a leerse "una copia por escrito" en español que iban a recibir y que sería la que constaría en el diario de sesiones.
El diputado de Vox, Carlos Flores, ha reprochado que este procedimiento "vulnera el reglamento de la Cámara" y que lo importante es lo que se diga de manera oral". Las quejas han ido subiendo de intensidad al recordarle que "no hay un protocolo notarial que acredite la coincidencia entre la intervención oral y la escrita".
El diputado por Valencia ha finalizado recordándole que "la intervención oral es la que tiene que figurar en el diario de sesiones. Unas quejas que han sido desestimadas por el socialista, al igual que la petición de la portavoz del PP, María Jesús Moro, que ha pedido la intervención de los letrados del Congreso.
A la bronca se ha sumado la portavoz de ERC, Pilar Valluguera, que ha amenazado con intervenir en catalán, pese a que, como ha reconocido, no tenía copias disponibles para repartir al resto de diputados. Al final, la separatista ha optado por hablar en castellano mientras que el de Junts ha intervenido en catalán. El resto de diputados han tenido que leer una fotocopia de su guion para enterarse de lo que decía, esperando que no le diese por improvisar o añadir cambios.