El vertidos de pélets en Galicia ha entrado de lleno en la campaña electoral, de la mano de la izquierda que habla de un nuevo Prestige contra el PP de Alfonso Rueda, a pesar de que la responsabilidad sobre aguas españolas recae en el Gobierno de PSOE y Sumar. En medio de esta batalla Vox ha irrumpido también para intentar hacerse un hueco a un mes de las elecciones gallegas.
El partido de Abascal ha presentado una batería de preguntas ante la Comisión Europea para conocer si el vertido es tóxico, como recogería su Reglamento o, por el contrario, "como afirma el Gobierno regional de Galicia, no son tóxicos para el ser humano". Además, el partido ha consultado a la UE si la responsabilidad sobre lo ocurrido es de la Comisión, el Gobierno central o la Xunta, además de solicitar medidas. El partido también ha registrado varias cuestiones en el Congreso para que el Gobierno central dé explicaciones.
Fuentes del Partido Popular consultadas por Libertad Digital dicen lamentar y no entender la postura de Vox, al que acusan de sumarse a las reivindicaciones de la izquierda: "En esta precampaña ya estamos viendo de todo", se quejan en referencia a los comicios del próximo 18 de febrero.
Aseguran que los movimientos de PSOE, Sumar y los nacionalistas del BNG son una "treta" que busca "repetir un nuevo Prestige" pero que no "tienen nada que hacer". "Los gallegos saben muy bien qué es lo que está pasando y no se van a dejar engañar", advierten. "Cuanto más exageren y lo comparen con Prestige, mejor para nosotros. En Galicia nadie se cree esa mentira", insisten fuentes del partido.
La campaña de la izquierda
Desde Sumar, su candidata y portavoz, Marta Lois, también ha remitido un escrito a Europa acusando al gobierno de Alfonso Rueda de supuesta inacción frente al vertido. Lois se remite también al Reglamento europeo para decir que los microplásticos contaminan y pide medidas, además de una reunión con el Comisario de Medio Ambiente.
Lois utilizó el pasado martes la rueda de prensa, que se celebra habitualmente después de la Junta de Portavoces en el Congreso, para anunciar una denuncia ante la Fiscalía contra el Gobierno gallego por el vertido.
La polémica está marcando la precampaña de las elecciones gallegas, en medio del cruce de acusaciones entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de la Xunta. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, llegó a mofarse ayer de que el gobierno gallego "les haya enviado una carta a los Reyes Magos" por pedir suministros como un submarino, que le permitan limpiar las costas.
La vicepresidenta de Galicia, Ángeles Vázquez, aseguró ayer en Es la Mañana de Federico, de esRadio, que el primer aviso oficial que recibe la Xunta sobre el vertido fue el pasado 3 de enero, pero el Gobierno central tenía constancia de lo ocurrido desde el pasado 8 de diciembre por la alerta lanzada por Portugal.
Vázquez denunció que hay un uso "político" de este asunto y recordó que la competencia sobre las aguas costeras es "exclusiva" del Gobierno central, criticando que no se esté dedicando a ayudar y pretenda derivar toda la responsabilidad hacia el Gobierno gallego. Por ello, pidió "responsabilidad" ante lo que está ocurriendo.