
Santiago Abascal ha anunciado a través de X la nueva Ejecutiva que le acompañará los próximos cuatro años, después de que la Asamblea le ratifique como presidente del partido. Entre las novedades más destacadas de su nuevo equipo está el ascenso de Ignacio Garriga como único vicepresidente, además de seguir como secretario general.
Por contra, Jorge Buxadé y Javier Ortega Smith caen un escalafón en el organigrama al pasar de ser vicepresidentes a sólo vocales, al mismo nivel que el resto de miembros del equipo. De esta forma, el líder de Vox pone fin a la tricefalia existente en el partido que había generado críticas internas por el poder acumulado del eurodiputado, además del malestar existente en el entorno de Ortega Smith desde su salida como secretario general.
Garriga sale reforzado en una reestructuración que busca poner fin a la crisis interna sufrida por el partido los últimos meses, especialmente después del 23-J que provocó la caída de 19 diputados y salidas tan destacadas como la de Iván Espinosa. Como secretario general y vicepresidente pasa a ser el número dos del partido de forma indiscutible, sólo por debajo de Abascal. Detrás quedan el resto de miembros, igualados en graduación como vocales.
Un CEN engordado
Otra de las claves es que el Comité Ejecutivo Nacional de Vox (CEN) pasa a estar compuesto por 20 miembros, casi el doble que antes, siendo el número máximo de integrantes que permiten los Estatutos del partido. De esta forma, se da cabida a los líderes territoriales de la formación, ahora que Vox tiene representación institucional en las comunidades.
La incorporación de los vicepresidentes autonómicos de Vox a la Ejecutiva nacional permite al partido coordinar la acción de gobierno a nivel nacional, además de aumentar la representación de los territorios con ánimo de sofocar las crisis sufridas desde hace años en diferentes provincias.
En el CEN estará también representado el grupo parlamentario del Congreso a través de la portavoz, Pepa Millán, y del secretario de organización, José María Figaredo. Todos ellos pasan a ser vocales y se suman a los ya existentes en el anterior organigrama del que sólo se caen Víctor González y Pedro Fernández.
La reestructuración se suma a la ya acometida a principios de curso, cuando Ignacio Garriga decidió reducir el número de vicesecretarías, además de incorporar en este cargo al diputado Ignacio de Hoces, y a Montserrat Lluis, antes en el equipo de Juan García-Gallardo en Castilla y León.

