Que a un presidente del Gobierno le pregunten por la duración de la legislatura, o si habrá elecciones, cuando no han pasado ni 100 días desde que fue investido es algo sintomático. Pedro Sánchez lo ha vivido este jueves en Bruselas tras el primer Consejo Europeo que se ha celebrado desde su derrota parlamentaria a cuenta de la ley de amnistía y que, tras la oposición de Junts, ha retornado a la Comisión de Justicia.
El líder del Ejecutivo ha tratado de alejar en vano el fantasma de una repetición electoral pero ha reconocido la "complejidad de la legislatura" y ha culpado a su antecesor en el cargo, Mariano Rajoy, de crear "una crisis constitucional y territorial" que ahora él tiene "resolver". Sánchez, a diferencia de Bolaños el martes culpando a Junts de tumbar la ley de amnistía, ha bajado el tono contra el partido de Carles Puigdemont y se ha mostrado dócil asegurando que "el independentismo catalán no es terrorismo".
Una afirmación contundente por parte de un presidente del Gobierno cuando todavía no hay sentencia firme sobre el caso y que choca con algunos de los autos del juez instructor del caso Tsunami, Manuel García Castellón, que aprecia delitos de terrorismo en acciones como las del aeropuerto del Prat o en la Plaza Urquinaona de Barcelona, que dejaron a un policía incapacitado para desarrollar su profesión.
Sin cambios, por ahora
Sánchez ha augurado y se ha mostrado "convencido" de que "todos los independistas catalanes" van a estar amnistiados, pese a que la decisión final recae en los magistrados. "No son terroristas", ha recalcado el presidente del Gobierno en varias ocasiones. Incluso ha empleado la coletilla "como todo el mundo sabe". Una expresión de la que, parece, están excluidos los magistrados.
Tampoco parece que, por ahora, vaya a a haber muchos cambios en el texto de la Amnistía ya que "el objetivo es que la ley salga así", lo que se sobreentiende que será tal y como está en la actualidad, o con modificaciones mínimas en su redactado.
El presidente del Gobierno no ha querido aclarar nada más, aunque ha apostado por mantener "templanza y firmeza", reconociendo que "todos han cedido". Sánchez ha elogiado a la norma que ha vuelto a la Comisión de Justicia porque, a su juicio, está redactada de forma "reparadora, valiente y con las garantías jurídicas para que pueda ser aplicada".
Sánchez ha agradecido a las "seis formaciones políticas distintas" que han apoyado la norma. "Ha sido un proyecto de ley muy laborioso", ha afirmado tras recalcar el trabajo en el Parlamento. Un Congreso que este martes ponía contra las cuerdas al presidente y a la norma estrella.