El delito de terrorismo está armonizado en el espacio comunitario. Un perdón total o parcial supondría la invasión, no sólo del Código Penal español, sino también del derecho de la UE. Y Sánchez carece de poder para realizar esa invasión de los cauces legislativos europeos.
En el caso del delito de alta traición, la cosa no varía mucho y es igualmente contrario al derecho de la UE y a la propia estrategia de defensa militar y democrática de Europa.
Hace poco más de medio año un informe del Parlamento Europeo se centró en este asunto y lo hizo para dejar clara la injerencia rusa. Y citó expresamente el caso del separatismo catalán, el mismo que impulsa Puigdemont y el mismo que ya se investiga judicialmente en España por sus conexiones con Junts.
El documento europeo es "el informe sobre las injerencias extranjeras en todos los procesos democráticos de la Unión Europea, en particular la desinformación". Vio la luz en mayo de 2023 y señaló la necesidad de una defensa de los 27 estados miembros frente a esas injerencias. Es por ello que Sánchez quiere que se deje de investigar las injerencias de Putin en el procés.

