Begoña Gómez comenzó en 2021 su promoción empresarial internacional. Contó para ello con Ceapi, un foro de lobby y relaciones empresariales, que la lanzó ese año aprovechando que el congreso se celebraba en Madrid. El acto contó con el respaldo de Pedro Sánchez, su marido y presidente del Gobierno, que justificó su presencia por desarrollarse el evento en España. Pero Begoña Gómez vio el potencial de ese enorme contacto con empresas. Vio la oportunidad de expandir sus negocios con Ceapi. Y acudió al año siguiente al evento que se celebró en República Dominicana. Este escándalo, sumado al caso Koldo -relacionado con Begoña Gómez también- hace que el gobierno de Sánchez esté en el disparadero, pero no es el único foco de problemas que tiene el presidente.
Sobre la amnistía, la Comisión de Venecia, ha publicado un dictamen en el que este órgano de expertos constitucionalistas del Consejo de Europa asegura que una amnistía no debe diseñarse para beneficiar a determinados individuos como Puigdemont y la familia Pujol y da varias recomendaciones. Dice que habría que establecer una relación más directa entre los actos de preparación de las consultas independentistas que se organizaron en Cataluña en 2014 y en 2017 y los actos de malversación y corrupción que quedarían amnistiados. La amnistía chocaría frontalmente con el derecho de la Unión Europea debido a la Alta Traición, al terrorismo y a la malversación que en ella se incluyen, provocando la UE la haya paralizado hasta que el TJUE se pronuncie.
Por último, otro fuego que tiene que apagar Sánchez es el de las elecciones. El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha avisado de que su partido forma parte "de un proyecto nacional que tiene vocación de alternativa de gobierno" pero, especialmente, una "vocación de estado soberano, de estado independiente y de República Vasca". Eso no queda ahí, el mes que viene es clave por las elecciones catalanas y la vuelta de Puigdemont. Sánchez estará en una encrucijada por ver a quién apoya: a Junts o ERC.