Mientras Pedro Sánchez deshoja la margarita en Moncloa, sobre si le compensa más el amor a Begoña Gómez o la pasión que siente por el poder, los ministros del PSOE y Sumar van desfilando por los medios de comunicación "concentrados" en que "la decisión sea la continuar", como afirmaba la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, en la Cadena SER.
"Detrás del presidente hay una persona que sufre", clamaba el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, en Radiocable, donde criticaba la "deshumanización" que practica "la jauría de la derecha". Ni el círculo más próximo a Sánchez conoce la decisión que tomará el lunes, aunque algunos alientan que este plazo podría acortarse y ser una reflexión de "tres o cuatro días".
"Será una decisión personal que adopte con su familia, con su mujer. Yo no sé qué decisión va a tomar el presidente", reiteraba Bolaños quien desea que "el proceso de reflexión termine con que continúa". Otros, le loaban con más ímpetu. La vicepresidenta Montero iba más allá y le calificaba de "magnífico presidente".
Todo para que Sánchez no renuncie y siga en el cargo para acabar con "el acoso" que afirman que sufre su mujer. "Las denuncias falsas no pueden ser motivo para dar marcha atrás", terciaba la ministra de Transición Ecológica y próxima candidata en las europeas, Teresa Ribera, quien acusa a la "derecha" de convertir la política "en un lodazal". Otros, como Luis Planas, ministro de Agricultura, añadían que PP y Vox "quieren instaurar en España la democracia del odio"
La carta de lawfare era entonada por los ministros de Sumar. El titular de Cultura, Ernest Urtasun, comparaba a Sánchez con Ada Colau o Mónica Oltra antes de mandarle al presidente del Gobierno y a Begoña Gómez "todo el cariño". "Se sufre mucho, se pasa muy mal. Lo sabemos muy bien", señalaba en un acto en el Círculo de Bellas Artes donde se esperaba también la presencia del ministro de Transportes, Óscar Puente, quien acabó cancelando su asistencia.
Una carta y una reunión
Pocos conocían la decisión de lanzar una carta abierta a la ciudadanía en la que amaga con dimitir por ser un "hombre profundamente" de Begoña Gómez. Bolaños lo supo "unos minutos antes " y María Jesús Montero, pese a ser vicepresidenta primera y la persona que asumiría el poder de forma temporal si renuncia, se enteró "a la vez que todos los ciudadanos".
El ministro de Presidencia y la titular de Hacienda fueron de los pocos que participaron en una reunión de urgencia tras conocerse la carta junto a la cúpula del PSOE, Santos Cerdán, y el jefe de Gabinete de Sánchez, Óscar López. Tanto Bolaños como Montero restan importancia al encuentro donde "profundizaron en la forma que se encontraba el presidente" pero sin que Sánchez estuviese presente. "No estuvimos hablando ni de escenarios, ni de especulaciones", añadía.