
Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz han determinado que la narcolancha que pilotaba Francisco Javier M. P., alias Kiko el Cabra, no fue la que embistió y mató a los agentes en el puerto de Barbate. Fue otra que también estaba en el puerto.
Tras las pesquisas del equipo conjunto de investigación se puede concluir -dice le informe- que la única embarcación de alta velocidad que arremetió en ese puerto en la noche del día 9 de febrero hasta seis veces contra la patrullera no fue la narcolancha intervenida al día siguiente y por la que están en prisión seis personas, entre ellas Kiko el Cabra.
Por ello, descartan la participación de los investigados en los hechos, es decir, en la perpetración de los delitos de asesinato y atentado, aunque no al delito de contrabando. Las fuentes han precisado que será ahora la autoridad judicial la que decida sobre la situación procesal de los seis investigados.
Intención de matar
El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señala también que la narcolancha cuatrimotora (la que embistió a la patrullera) "no portaba droga, ni petacas de gasolina, ni migrantes", como ocurre en otras ocasiones en las que los narcos protegen la carga huyendo de las fuerzas de seguridad, destaca el informe.
Esto, según el informe, demuestra que los narcotraficantes tenían la intención "clara e inequívoca" de causarles un "grave daño" o "quitarles la vida", puesto que no consta que portaran nada ilegal que tuvieran que "defender".

