
El Partido Popular tiene puestas grandes esperanzas en las elecciones europeas. Los sondeos les son favorables pero, dada la experiencia, optan por ser prudentes y no engordar las expectativas para aprovechar un posible efecto sorpresa, como ha ocurrido en Cataluña. Los de Alberto Núñez Feijóo entienden que el resultado de esta comunidad es el trampolín definitivo que les permitirá cobrarse la revancha del 23-J a Pedro Sánchez.
El impulso cogido en las catalanas será clave para el 9 de noviembre, donde seguirán mirando de reojo a Vox pero con menor preocupación después de confirmar que pueden crecer sin necesidad de quitar votos a los de Santiago Abascal. Es al menos la conclusión extraída el pasado domingo por la dirección nacional. "El gran logro de Sánchez en Cataluña es entregarnos el centro político", defienden fuentes de la cúpula.
En el PP creen que "el crecimiento del PSOE es a costa del independentismo" mientras que "nosotros crecemos a costa del PSOE". Un mérito que otorgan en gran medida a Dolors Montserrat, a la que consideran "corresponsable del éxito" como jefe de campaña. La estrategia pasa también por impulsar su candidatura a Bruselas, aprovechando el efecto catalán.
"Crecer por el centro"
La formación cree haber abierto una brecha en el electorado de izquierdas que consideran imprescindible para ampliar la base electoral, sin tener que hacerlo a costa de Vox. De hecho, en la dirección del PP no descartan un buen resultado para los de Abascal el 9 de noviembre, sin que por ello vayan a salir perjudicados.
Recuerdan que Cataluña ha permitido coger aire a Vox después de varios baches y que tienen un amplio margen de mejora, ya que parten de apenas tres eurodiputados, que después fueron cuatro por el Brexit. Una cifra lograda en el año 2019, cuando el partido acababa de echar a andar. Cinco años después, los de Abascal tienen una estructura más consolidada y será difícil que bajen de esa cifra.
Feijóo y Sánchez medirán fuerzas tras el 23-J
Las europeas son las primeras nacionales en las que Feijóo se verá de nuevo las caras con Sánchez desde el 23-J, y en el PP se muestran convencidos de que los ciudadanos castigarán sus políticas con los independentistas, especialmente la Ley de Amnistía que va a ser aprobada en plena campaña electoral.
El portavoz del partido, Borja Sémper, defendió ayer que "las europeas son la primera oportunidad que tienen los españoles de dar una respuesta a Sánchez" y se mostró convencido de que los españoles castigarán "la polarización y división" promovida por el presidente del Gobierno.
A pesar de las encuestas, si Sánchez logra aglutinar voto de Sumar y los independentistas, la ventaja del PP podría ser mucho más ajustada de lo previsto, lo que sería un importante revés para los populares, que verían alejarse la posibilidad de que acortar la legislatura. Con ese objetivo, el presidente centró el debate público durante cinco días en su posible dimisión, para aupar a Illa y que su impulso le sirva de revulsivo en las europeas.

