El Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente la Ley de Amnistía, vetada por el Senado y que han rechazado prácticamente todos los estamentos judiciales, además de infinidad de instituciones, dada la amenaza que supone a la democracia.
Por 177 votos a favor de todos los socios del Gobierno (PSOE, Sumar, tres de Podemos, Junts, ERC, PNV, Bildu, BNG y el diputado José Luis Ábalos del Mixto) y 172 votos en contra (PP, Vox, UPN, Coalición Canaria), ha salido adelante. Ha habido una ausencia, la de Martina Velasco, de Podemos. La norma queda a expensas de los jueces que deben aplicarla.
La ley pone en jaque al Estado de derecho, ya que borra todos los delitos relacionados con el 1-O, incluido los de terrorismo y malversación, lo que ha puesto en pie de guerra al CGPJ, las asociaciones de jueces y la mayoría de fiscales. El único dique de contención que queda, frente a los planes del Gobierno, son los jueces, en especial el Tribunal Supremo que puede plantear una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para que decida si cumple el derecho europeo, y poder así frenarla.
PP y Vox, juntos en la oposición pero no revueltos
"Es un día triste para la democracia", ha proclamado el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha destacado la victoria de los independentistas, que apenas representan el 1,6% de los votos de la Cámara. "Han ganado por la ambición de un solo hombre", ha denunciado, en referencia a Pedro Sánchez, que se ha ausentado del debate y sólo ha llegado para votar.
"Por la corrupción política no merecieron llegar y por la corrupción económica merecen irse", ha proclamado Feijóo, que ha arremetido contra "la corrupción política y la mentira de la Ley de Amnistía de Sánchez, que supone el fin de la legislatura". Incluso se ha atrevido a aventurar que "el PSOE ha firmado su acta de defunción", con elogios a la dignidad de Javier Lambán, el expresidente de Aragón que no votó la norma en el Senado y ha sido sancionado.
El líder de la oposición también ha mencionado, de pasada, el caso de corrupción que afecta a la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, por tener "el mismo patrón" que la Ley de Amnistía: "La corrupción y la mentira". "No puede extrañar que se esté investigando por presunta corrupción en la Moncloa", ha añadido.
En Vox han sido críticos con los populares por "no hacer todo lo posible por bloquear la tramitación en el Senado". "Hoy se produce el atentado más grave a los españoles que cumplen la ley desde 1978", ha sentenciado su líder, Santiago Abascal, que dedicó la mitad de su intervención a hablar de la política internacional de Sánchez, en especial los conflictos diplomáticos con Argentina e Israel.
Los socios, contra los jueces
Los socios ya señalan a los jueces. Desde Sumar, Íñigo Errejón, ha hablado de "poderes conservadores" que intentarán impedir que la amnistía se aplique. "Habrá un intento de tutelar, cercar o impedir que lo que el Congreso hace ley, acabe convirtiéndose en una realidad", ha dicho, advirtiendo de que igualmente "la ley se aplicará".
Algo en lo que ha coincidido con la portavoz de Podemos, Ione Belarra, que ha señalado a los "jueces reaccionarios atrincherados en el Poder Judicial" por presentar "cuestiones prejudiciales" a una ley que dice "es una normativa plenamente democrática porque emana del Parlamento". Incluso ha comparado la posible oposición a esta normativa con la del "sólo sí es sí".
Desde la tribuna del Congreso se han extendido los señalamientos a magistrados, a los que han acusado de ser "franquistas". Míriam Nogueras ha sentenciado que "no hay policía, periodista o juez patriótico español que la tumbe", avanzando incluso que el TJUE la avalará, y que ahora toca la independencia.
Desde ERC, Gabriel Rufián, también ha señalado a los jueces, a los que se ha referido como "el partido judicial español", animando a los suyos "a ir a por todas", en previsión de que impidan su aplicación. "Primera parada, referéndum", ha prometido, después de dar las gracias a Carles Puigdemont y su "valiente Gobierno".
Antes de estos elogios, los diputados de ERC aplaudieron la intervención de Nogueras. Unos puentes que se van reconstruyendo en el Congreso entre las dos formaciones separatistas, pese a que el PSC aspira a seducir a los republicanos. Por contra, Junts ha evitado aplaudir a ERC.
El PSOE, más duro con Vox
El PSOE ha apostado por un perfil bajo y ha dejado que el encargado de defender la amnistía sea el desconocido diputado Artemi Rallo Lombarte que ha asegurado que "esta ley será aprobada por todos los grupos parlamentarios menos por el PP y por los filonazis", en referencia a Vox.
El Gobierno defiende que la norma servirá para "encauzar la situación en Cataluña", especialmente después del resultado de las elecciones catalanas que interpretan como un espaldarazo: "Es una ley amortizada", sostienen fuentes del Ejecutivo.
