
La maquinaria de Pedro Sánchez pretende que la población asuma como normal lo que no sólo no lo es, sino que es una violación obvia de la Ley de Conflicto de Intereses y, al menos a nivel indiciario, del delito de tráfico de influencias. Los datos ya incluidos en el sumario del caso Begoña Gómez, por medio de las investigaciones, declaraciones o informaciones recién publicadas retratan un día a día de la mujer del presidente del Gobierno en el que todo lo público e institucional se ha mezclado con los negocios privados de Begoña Gómez.
Desde la sede desde las que desarrolla su negocio de asesoría -la cátedra de la Universidad pública Complutense-, hasta el lugar de cita para cerrar áreas de negocio con el rector -La Moncloa-, hasta los fondos usados en la adquisición del software diseñado por ella misma -un regalo de compañías privados con tratos con el Gobierno más un concurso público-, hasta la promoción de su labor y logro de "colaboraciones" -en los viajes oficiales de su marido-, hasta los asistentes que la ayudan -personal público-. Todo orientado al logro de operaciones y negocios por parte de Begoña Gómez.
El caso Begoña Gómez sigue creciendo y su dimensión desborda cualquier previsión inicial. Las últimas informaciones publicadas han desvelado el uso como asistentes de personal del Gobierno en labores como la reclamación de pagos de los negocios de la mujer del presidente. Pero por el camino se han confirmado, por ejemplo, visitas a sedes oficiales como la Embajada de Ghana para negociar la "colaboración" en proyectos en condición de "mujer del presidente del Gobierno", tal y como refleja un documento oficial de esta Embajada. La opacidad ha rodeado, además, las distintas visitas de Begoña Gómez de la mano de su marido, con lo que nada se sabe sobre determinados encuentros en países como Kenia y el objetivo de las charlas mantenidas en países en los que el conflicto de intereses puede haber saltado a la mínima debido al cargo que ha ostentado la mujer del presidente como directora del África Center.
El sumario recoge igualmente un relato difícilmente justificable para ella, pero que fue hecho público por la propia Begoña Gómez. Ella misma aseguró que realizaba asesoría privada a empresas desde su cátedra en la Universidad pública Complutense: lo desveló Begoña Gómez en plena campaña de promoción entre empresarios internacionales en el año 2022 y con el apoyo de la que fuera ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y la presencia del que lo es ahora, Jordi Hereu. Lo hizo realmente ya en 2021, pero lo reforzó en 2022 en los actos de Ceapi en República Dominicana. De hecho, se empeñó tanto en promocionar su labor asesora en materia de fondos públicos de los que concede su marido y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que dio demasiados detalles de su red. Su intervención quedó plasmada en un vídeo en el que se puede ver a Begoña Gómez reconociendo ante un foro de empresarios de toda Hispanoamérica que usa la cátedra de la Universidad pública Complutense —a la que ha accedido pese a no tener carrera universitaria oficial— para asesorar allí a empresas: en una sede pública pagada para labores académicas.
Las frases de la mujer del presidente, lanzadas en mayo de 2022 en Punta Cana, fueron esclarecedoras de la red de negocios montada por Begoña Gómez. "Desde la cátedra y desde la propia disciplina que tenemos en la Universidad Complutense lo que hacemos con las empresas es analizar cuál es su propósito. Analizar y diseñarlo… cómo aportan a los objetivos de desarrollo sostenible, porque hay un mantra en el mercado que es cómo me identifico con los 17 objetivos de desarrollo sostenible", señaló en su intervención en una mesa redonda. La frase no sólo reconoció el desarrollo de una labor de asesoría desde una cátedra construida en la mayor universidad pública de España, sino que, además, dejó claro que esa asesoría se centraba en una materia en la que el Gobierno de su marido no ha dejado de conceder subvenciones: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. El Gobierno, de hecho, cuenta con un departamento específico para esta materia. Y fue ella misma quien se empeñó en dejar claro que se dedica a una labor de asesoría con "las diferentes empresas con las que hemos trabajado", como afirmó Begoña Gómez.
Por si fuera poco, el sumario ya ha incorporado como testifical las palabras del rector de la Complutense, que ha señalado que se le citó en Moncloa para lanzar esa cátedra y que es la única cátedra con ese perfil.
Otras ramas del caso recogen igualmente la presencia de la OMT en el impulso de Wakalua, firma de Globalia que patrocinó el África Center. Y lo plasman cuando el África Center lo dirigía Begoña Gómez, la OMT venía de recibir el regalo de una sede gratis por 75 años en la mejor zona de Madrid de manos de Pedro Sánchez y cuando Globalia acabó teniendo un rescate multimillonario de manos del mismo Gobierno.
En resumen, que el sumario plasma ya un día a día de la mujer del presidente donde todo lo público se ha usado para todo lo privado.