Sin aclarar más sobre el contenido de su intervención, este miércoles el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, anunciará en la Cámara Alta "las medidas que considera deben llevarse a cabo si Pedro Sánchez no da un paso al frente", avisaba la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. Unas declaraciones precisamente después de que el partido de Carles Puigdemont rechazara apoyar la senda de déficit del Gobierno retrasando así los presupuestos de Sánchez para 2025, teniendo los actuales prorrogados. Una negativa que se sumaba a su rechazado a la reforma del artículo 35 de la ley de extranjería.
La decisión de Junts cogió por sorpresa al Gobierno y al PSOE que esperaban una abstención de los de Puigdemont. El cambio de postura, que se lo comunicó a lo largo del pleno, lo enmarcan dentro de la política catalana y, en especial, tras filtrarse que este miércoles Sánchez se reunirá con el presidente del Gobierno, Pere Aragonés, en el Palacio de la Generalidad.
Las dudas sobre la estabilidad que puede darles Junts van in crescendo en el Gobierno, pero esperan que se disipen si sale adelante la investidura de Salvador Illa. Una postura que choca con la belicosidad de Puigdemont cada vez que ERC se acerca al PSC y la animadversión que el independentista siente ante los socialistas catalanes.
Fuentes del Gobierno restan importancia a este varapalo y afirman que hay tiempo para aprobar el techo de gasto. Sería, con toda probabilidad, en el primer consejo de ministros después de verano, el 27 de agosto. La idea es sacar la votación en el Congreso antes del 30 de septiembre. Lo que asumen sin ambages es que todo esto dilatará los plazos para sacar unos Presupuestos complicados ya que tras aprobarse la senda de estabilidad, tiene que remitirse al Senado donde la mayoría absoluta del PP los tumbará y obligará de nuevo a aprobarlos en el Congreso. Sin embargo el optimismo se disipa sobre la reforma de la ley de Extranjería. El Ejecutivo Central reconoce que esta derrota es difícil de solventar descartando incluso que pueda presentarla como un decreto ley.
Bajo este contexto, los populares señalan que el presidente del Gobierno solo ha contado con los votos necesarios para sacar adelante la ley de amnistía, mientras "todo lo demás se está convirtiendo en un calvario parlamentario", atizaba Gamarra.
Incluso los socios más fieles del Gobierno de Pedro Sánchez dudan de la estabilidad del Gobierno. Desde Podemos su líder Ione Belarra ve la legislatura "enterrada" tras el "desastre" vivido en el ´superpleno'. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián va más allá y augura una moción de censura presentada por Feijoo y apoyada por Junts. "Creo que puede llegar a pasar", manifestaba el republicano.