
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha hablado por primera vez del acuerdo fiscal suscrito entre PSC y ERC para investir a Salvador Illa. Tras semanas de silencio, la ministra de Hacienda se ha pronunciado en una rueda de prensa en la localidad gaditana de Rota para asegurar que "no es un concierto económico" para Cataluña "ni es una reforma al uso del sistema de financiación".
Unas afirmaciones que chocan con lo que defiende ERC y lo que Sánchez ha afirmado durante su balance estival en la que afirmaba que el acuerdo profundiza en la "federalización de España". Para la número dos del Gobierno sólo se trata sólo de una "financiación singular".
"Ni es un concierto económico", como el que existe para el País Vasco y Navarra, ni es una reforma al uso del modelo de financiación", insistía la vicepresidenta y ministra de Hacienda. También se ha referido al malestar de los dos barones que le quedan al PSOE bajo el régimen común, Page y Barbón, y el de históricos próximos al sanchismo, como el todavía Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, que han afirmado que lo suscrito es asumir "posmortem" el discurso del procés.
Montero ha querido transmitir la "absoluta seguridad y tranquilidad" al resto de comunidades autónomas aunque ha recalcado que ha escuchado "todo tipo de comentarios, de interpretaciones, de críticas" en relación a dicho acuerdo, y "ninguna se aproxima a la realidad de lo que realmente se firmó". Lo que ha obviado es que el texto habla de recaudar el "100% de los tributos en Cataluña".
Desde Andalucía, donde ha veraneado, Montero ha defendido que la "solidaridad" es la que "ha presidido todos los modelos de financiación autonómica" y ha pedido "la aportación de todos los territorios para asegurar la homologación de los servicios públicos vivan donde vivan los españoles".

