El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha anunciado que ha destituido al subsecretario del ministerio, Jesús Manuel Fuentes, y al director de personal de Adif, Michaux Miranda, imputados en el caso Koldo. La decisión la ha dado a conocer en el Senado donde comparece, a petición del PP, para dar explicaciones por el caso ferroviario y la trama de corrupción que afecta al Gobierno.
"Las conclusiones que se extraen de la auditoría realizada se traducen en una pérdida de confianza que desemboca en la decisión que les acabo de comunicar", ha dicho Puente, después de anunciar que ese análisis de las cuentas del ministerio, que prometió llevar a cabo cuando estalló el caso Koldo, se publicará este mismo viernes en la web del departamento.
Según ha informado Puente, el cese de Fuentes ya se le ha comunicado, mientras que el de Miranda debe ser formalizado por el presidente de Renfe, Raül Blanco, al que se ya ha solicitado su salida inmediata de la compañía. De esta forma, el actual ministro se sacude el caso de corrupción que salpica a su departamento cuando estaba dirigido por José Luis Ábalos, al que el PSOE exigió dejar su acta de diputado, sin éxito.
El senador del PP, Fernando Martínez-Maíllo, ha constatado que Puente toma la decisión forzado por las circunstancias. Según ha dicho, ambos ceses se han producido ahora "ante la evidencia de que tendrán que declarar la próxima semana". "No les queda más remedio", ha sentenciado.
Puente ha dado a conocer el cese de ambos cargos después de tres horas de comparecencia en las que ha evitado concretar cuándo se pondrá fin a los problemas registrado en la red ferroviaria durante este verano. El ministro se ha limitado a decir que "el colapso es coyuntural", reclamando "paciencia" a los ciudadanos.
Un caos que no cesa
Todos los problemas los ha vinculado con las obras que se están ejecutando en la estación de Chamartín y con la llegada de nuevos trenes. "No estamos de brazos cruzados, estamos invirtiendo más que nunca pero para verlos vamos a sufrir algunos inconvenientes", ha advertido y ha prometido que todo irá mejorando de forma progresiva desde otoño cuando se vaya inaugurando el nuevo vestíbulo de la estación.
Sobre la modificación del compromiso de puntualidad, que preveía reintegrar cantidad del billete a partir de los 15 minutos y que ahora pasa a ser de 90 minutos, Puente ha asegurado que mantenerlo "era un suicidio económico para la compañía". El ministro ha asegurado que esas cifras databan del año 1992 "con seis trenes de alta velocidad". "Era muy fácil de cumplir en ese momento", ha terciado y ha prometido que "ningún país de Europa tiene un compromiso de puntualidad como el que tenía Renfe".