El Gobierno cambia de discurso sobre inmigración en menos de 24 horas, evidenciando el patinazo de Pedro Sánchez en Mauritania cuando habló de traer 250.000 inmigrantes al año a España. Ahora el presidente opta por intentar exhibir contundencia contra los ilegales y promete su expulsión para trasladar un "mensaje desincentivador, nítido y claro y contundente a las mafias y a quienes se ponen en sus manos", a la vez que ha asegurado que la seguridad es "una prioridad máxima".
Declaraciones desde Senegal, donde Sánchez ha reiterado su defensa de la migración circular, pero evitando hablar de números como hizo el día anterior, para no asumir el error que se produjo a la hora de trasladar un mensaje que generó alarma, hasta el punto de que el PP le acusó de provocar un "efecto llamada", lo que a su vez despertó los duros reproches del Ejecutivo, que sugirió que su discurso era xenófobo.
El PP reclama ahora una disculpa después de que ministros como Félix Bolaños se echaran encima del portavoz parlamentario, Miguel Tellado, por poner de ejemplo a la Italia de Georgia Meloni para combatir la inmigración ilegal, durante una entrevista en esRadio. "Esperamos una disculpa de quienes los que ayer aplaudían el efecto llamada de Pedro Sánchez y criticaban al PP por pedir una política responsable", decía Tellado desde el País Vasco.
El portavoz del PP en el Congreso reiteraba su mismo mensaje y mantenía las críticas a Sánchez, acusándole de fomentar las mafias que trafican con personas y provocan cientos de muertos al año en nuestras cosas. "Pedimos al presidente que deje de dar tumbos y que se centre", ha dicho, agradeciendo que "ayer afortunadamente rectificara".
Ahora expulsiones, regresos forzosos y lucha contra las mafias
El viraje de Sánchez se producía durante la clausura de la presentación de la Alianza África Avanza, que se ha celebrado en la sede del Instituto Cervantes, donde incidía ahora en que su propuesta para una "migración circular" es que, una vez que los migrantes "adquieran esa experiencia y conocimiento", regresan "para sumar su bagaje profesional al propio desarrollo de su país de origen".
El presidente incluso se mostraba preocupado por la seguridad: "Vivimos un contexto complejo, todos somos conscientes de ello, marcado por la presión creciente de los flujos de salida en la ruta atlántica", ha dicho apostando ahora por reforzar las relaciones bilaterales. "Desgraciadamente las redes criminales que trafican con seres humanos no dejan de crecer".
Sánchez ha señalado que para combatir estas amenazas "es imprescindible también el retorno de quienes han llegado a España irregularmente". "Principalmente porque este retorno traslada un mensaje desincentivador, nítido y claro y contundente a las mafias y a quienes se ponen en sus manos", ha zanjado, para apuntar después que es una cuestión a la que obliga la legislación europea y española.
La contundencia exhibida en Senegal ha desaparecido tras su reunión con el presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye,, Sánchez ha evitado hablar de expulsiones pero ha insistido en una inmigración "ordenada" y "regular", recalcando que es "necesaria y conveniente tanto para los países de origen como para los de destino". Para reforzar su rechazo, el presidente del Gobierno ha querido recalcar que que" la irregular es un infierno" .
Desde Moncloa han reconocido que existen acuerdos de devolución con los tres países a los que Sánchez ha acudido en su gira africana, pero admiten que hay dificultades para su aplicación y ven margen de mejora.