
El curso político se prevé muy difícil, a pesar de que se prolongará casi el parón legislativo del Gobierno, como consecuencia de su debilidad parlamentaria. Una situación que el PP pretende aprovechar para exhibir el gobierno alternativo a Pedro Sánchez que habría liderado Alberto Núñez Feijóo y, sobre todo, la gestión que llevaría a cabo.
Antes del verano, el Ejecutivo sufrió varias derrotas parlamentarias, evidenciando su incapacidad para poder sacar adelante medidas que repercutan en los ciudadanos. Sánchez apenas ha podido aprobar el pago de la investidura a sus socios con la Ley de Amnistía. El techo de gasto, paso previo para poder sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, fue tumbado y, para evitar sufrir más derrotas, Sánchez acabó retirando su Ley del Suelo al no tener atados los apoyos suficientes.
En este contexto, el PP llevará este mismo mes de septiembre su propia Ley de Vivienda al Senado, donde está garantizada su aprobación ya que goza de mayoría absoluta. La iniciativa pasará después al Congreso, donde la Mesa presidida por la socialista Francina Armengol, y de mayoría de izquierdas, frenará previsiblemente su tramitación, como han hecho con la docena de propuestas que los de Feijóo han sacado adelante en la Cámara Alta.
Un escaparate para las propuestas del PP
Sin embargo, la estrategia permite al PP mostrar, no sólo la debilidad del Gobierno, sino la política alternativa a Pedro Sánchez que podría poner en marcha. La norma incluye varias medidas contra la okupación, un problema que cada vez preocupa a más españoles, además de facilidades para la adquisición de viviendas entre los jóvenes, el sector de la población más afectado por el encarecimiento del precio del alquiler y la venta de inmuebles.
El PP conjugará también su mayoría en el Senado con los gobiernos autonómicos impulsando la creación de una línea telefónica para asesorar gratuitamente a los afectados por la okupación de viviendas. Una fórmula que ya emplearon con la educación coordinando a nivel nacional una EvAU común que unifique criterios entre las comunidades gobernadas por el PP. También en el Senado aprobarán en otoño su Plan de Salud Mental y contra los suicidios.
La ofensiva contra Sánchez
Misma estrategia que pondrán en marcha con el cupo catalán, celebrando un pleno monográfico en la Cámara Alta para que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dé explicaciones sobre este tema, al tiempo que el próximo 6 de septiembre Feijóo reunirá a los presidentes autonómicos del PP para impulsar medidas que frenen el pacto suscrito entre el PSC y ERC.
El Senado acogerá también la declaración impulsada por el PP para reconocer a Edmundo González presidente de Venezuela, lo que arrojará la paradoja de que una de las sedes parlamentarias de España declarará ganador de las elecciones al opositor venezolano, mientras que el Congreso, previsiblemente, rechazará la propuesta de Feijóo en este mismo sentido. El líder del PP defendió que, si de él dependiera González ya habría sido proclamado presidente electo.
Una iniciativa que impulsarán también en el Parlamento europeo, en plena petición de María Corina Machado al Gobierno español para que lidere una ofensiva contra Nicolás Maduro en la UE. Las actuaciones se completan con el impulso de mociones en ayuntamientos, comunidades y diputaciones para mostrar su respaldo a los venezolanos y rechazar al régimen chavista.

