
Junts siempre golpea dos veces. Cuando el Gobierno se tambaleaba sonado por el ring parlamentario, tras los golpes dialécticos de Miriam Nogueras durante la sesión de control, a la púgil María Jesús Montero le llegó otro contragolpe.
La portavoz de Junts salió al patio del Congreso para entrar en directo en TVE y allí acabó de soltar la estacada definitiva al techo de gasto que el Gobierno aprobó este martes: "Lo que nos propuso el Gobierno en julio es lo mismo que lo que proponen ahora". Y ante lo mismo, se entiende que volverán a repetir el voto de julio. En el Gobierno ya asumen que los de Puigdemont volverán a tumbar el techo de gasto.
El malestar es evidente con la formación separatista. Le recuerdan que, si vuelve a estar en vigor la actual senda de déficit, habrá 11.500 millones menos en los dos próximos años para las Comunidades y Ayuntamientos. "Tienen más de 300 alcaldes", advierten en el Gobierno para que "se lo piensen".
En el Ejecutivo admiten sin tapujos que "la investidura de Illa les ha sentado mal" y creen que seguirá el reguero de votaciones contrarias. El techo de gasto es el primer paso para elaborar unos Presupuestos y en Moncloa ya admiten que, si es tumbada la senda, "van a presentar los Presupuestos con la anterior que estaría vigente". Es decir: la de 2023.
Más presión al PP
De ahí que vuelvan a rescatar la cifra de los 11.500 millones menos para tratar de lograr que sea el PP quien les apruebe el techo de gasto. Una quimera que suena a una utopía ya que la oposición nunca ha respaldado la senda de estabilidad de un Gobierno pero se prefiere descargar la presión sobre Feijóo para liberar a Junts. En Moncloa juegan con esa amenaza para tratar de responsabilizar al PP de "ajustes" en sus Ayuntamientos y Comunidades, que son mayoría ya que tienen el poder en 11 ejecutivos regionales de 17.
En Moncloa tratan de encajar los golpes y admiten que no entienden la frontal oposición de Junts. Hacienda ha tratado de establecer contacto con todos los grupos de la mayoría de la investidura para ver cómo respiran de cara a unos Presupuestos. En principio, no se han encontrado ninguna negativa pero ya admiten que los de Puigdemont es un elemento impredecible y reconocen que no saben qué harán. Los contactos siguen. Este miércoles, Nogueras entró en la zona de Gobierno del Congreso. Dentro, estaba el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, pero el encuentro no duró más de cinco minutos.
En el entorno del Gobierno se extiende la idea de una nueva prórroga presupuestaria. En Moncloa siguen con su hoja de ruta de presentar unas cuentas para exhibir un programa "social ambicioso". Si decae, culparán a los partidos políticos que voten en contra. En especial al PP ya que en el Gobierno espera volver a negociar con Junts, tras el Congreso de este otoño, cuando ya tenga una nueva directiva.