
Marimar Blanco, hermana del concejal asesinado por ETA, Miguel Ángel Blanco, será la encargada de defender la negativa del PP a la reforma del Gobierno que recorta las penas a etarras, en el Pleno del Senado del próximo 14 de octubre, según trasladan fuentes parlamentarias. La senadora ya acudió el pasado miércoles al Congreso para respaldar a Alberto Núñez Feijóo, en plena tormenta interna por el error cometido.
La bancada del PP recibió entre sonoros aplausos a Blanco, que siguió toda la sesión sentada en el escaño contiguo al del presidente del partido, que reiteró sus disculpas a las víctimas del terrorismo, por tercera vez, y pidió a Pedro Sánchez que retirara la reforma. El presidente del Gobierno, entre mofas por el fallo del partido al apoyar la trasposición en la Comisión de Justicia, defendió la norma y negó que vaya a provocar la salida de terroristas.
El apoyo del PP no fue clave
Blanco defenderá ahora el voto negativo del PP, al que se sumará el de Vox, aunque ninguno evitará la publicación en el BOE de la ley, y por tanto su aplicación inmediata. El partido de Feijóo lleva días buscando la fórmula legal que permita frenarla, sin éxito. La semana pasada suspendió el Pleno del Senado con el objetivo de ganar tiempo, aunque finalmente no han podido impedir lo inevitable. Sólo queda, por tanto, el recurso judicial, que no descartan.
La consternación del PP
El error del PP dejó en estado de shock a todo el partido durante dos días. Una vez constatadas las implicaciones de la enmienda de Sumar, la formación vivió horas muy convulsas, en la primera crisis interna que afronta Feijóo desde que llegó a la presidencia. El presidente del PP se puso al frente de la situación desde el primer momento, asumiendo el desgaste en primera persona al rechazar el cese o dimisión de los responsables directos.
La reforma habría salido igualmente adelante, ya que el Gobierno contaba con votos suficientes para sacarla adelante, pero el apoyo del PP y la abstención de Vox dejaron en evidencia a ambos partidos, a los que las víctimas del terrorismo acusaron de "no leerse los papeles". Un error que ambos asumieron desde el primer momento, y por el que pidieron disculpas, pero ante el que han evitado depurar responsabilidades, al menos de momento.

