Alberto Núñez Feijóo ya ha puesto rostro a "el señor 1" de la trama corrupta que afecta al Gobierno: Pedro Sánchez. Como ocurriera con Felipe González y la conocida X de los Gal, sobre el presidente se cierne la sospecha que le señala como el cabecilla de los escándalos que salpican a su Ejecutivo, y que se completan con la imputación de su mujer, Begoña Gómez, la de su hermano, David Sánchez, y la del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
Un panorama que pondría contra las cuerdas a cualquier Gobierno, y ante el que el Partido Popular se ha visto forzado a cambiar el paso, volcado como estaba en presentar sus propuestas sociales para erigirse como alternativa a Sánchez, dada su debilidad parlamentaria. Sin embargo, la corrupción lo acapara todo, por lo que la oposición llevará a cabo una ofensiva que permita, al menos, ejercer de altavoz ante todo lo que está ocurriendo.
La denuncia internacional
"Sánchez es ahora más peligroso que nunca porque están hasta arriba de corrupción", trasladan fuentes parlamentarias del partido, que no salen de su asombro ante la falta de explicaciones del Gobierno sobre todo lo que está ocurriendo. En el PP ven al Gobierno "muy tocado", casi "desesperado", pero no rebajan la alerta y creen difícil que la legislatura pueda acortarse.
Este jueves Feijóo viaja a Bruselas para participar en la cumbre del PP europeo, donde aprovechará para denunciar la posible malversación de fondos europeos que debían destinarse a paliar los efectos de la pandemia. El presidente del PP empleará una estrategia similar a la utilizada con la amnistía, a pesar del deterioro que supone para España dar esta imagen en el exterior. Sin embargo, la gravedad de los hechos hace inevitable la denuncia.
La ofensiva jurídica
El mensaje llega después de que el partido haya presentado una querella contra el PSOE por posible financiación irregular, a raíz de una información publicada por The Objective, de confidentes anónimos que aseguran haber llevado bolsas de dinero a la sede del partido en la calle Ferraz. El partido ha pedido, además, personarse en la causa de los hidrocarburos que se investiga en la Audiencia Nacional.
Aunque el PP contempla el posible archivo de su denuncia, fuentes del partido se muestran convencidas de que el juez podría abrir una investigación ante las sospechas de que esos testimonios provengan de imputados en la trama Koldo. La formación defiende la solvencia de la querella y creen, en cualquier caso, que servirá para poner el foco en un asunto de extrema gravedad.
El frente parlamentario
Los frentes se acumulan para el Gobierno, y para la oposición, que en plena ofensiva contra las distintas causas investigadas, debía reaccionar a la imputación del Fiscal General del Estado. El Senado intentará forzar la comparecencia del ministro, Félix Bolaños, en la Comisión de Justicia para que explique los motivos por los que le respalda, y en la próxima sesión de control preguntarán al Gobierno al respecto.
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, exigía ayer en el Congreso la dimisión inmediata de García Ortiz, que ya ha anunciado que no renunciará al cargo, y se mostraba escandalizada por el deterioro que provoca a la institución su permanencia, especialmente después de que incluso sus compañeros hayan pedido pedido que abandone el puesto.
Una petición que se producía después de que el PP haya salido en tromba a denunciar, a través de sus diferentes portavoces, los escándalos que acorralan al Gobierno. Una actuación que se completaba ayer durante la sesión de control, cuando todos interpelaban a los ministros a cuenta del informe de la UCO, sin obtener respuesta, más allá del "y tú más" que marca ahora el argumentario del Ejecutivo.
El partido deberá centrar buena parte de sus esfuerzos en esta cuestión, sobre la que ya han avanzado que seguirá habiendo novedades, especialmente cuando se conozca el volcado de todos los móviles implicados en la trama. A la espera de que llegue ese momento, el PP se sigue guardando en la manga el as de llamar a Sánchez a la comisión de investigación del Senado, donde recuerdan que, de haberse precipitado, se habría librado de explicar los nuevos datos revelados.