El día en el que Pedro Sánchez se fotografió junto a Víctor de Aldama sobre la fachada del Teatro de la Latina colgaba un cartel con la obra que se representaría esa tarde: Moby Dick. El PSM había alquilado el castizo escenario para hacer un acto de presentación "abierto al público" sobre el candidato que Pedro Sánchez había designado para la alcaldía de Madrid: Pepu Hernández.
En primera fila se sentaron el presidente del Gobierno y el pre-candidato socialista a la alcaldía (tendría que ser validado en un proceso de primarias). Le acompañaban algunas concejales del Ayuntamiento como Mercedes González, actual directora general de la Guardia Civil. Varios asistentes coinciden en que sólo los oradores tenían su sitio asegurado. El resto fue rellenando el anfiteatro según llegaban. Eso posibilitó que José Luis Ábalos, entonces el todopoderoso secretario de organización, se sentase en la tercera fila. En esa misma hilera, pero en el otro extremo, estaba Víctor de Aldama.
"Cada uno se sentó donde pudo", afirma una fuente que cree que Aldama "llegaría con tiempo". La Ejecutiva del PSOE se disgregaba por todo el anfiteatro, mezclándose afiliados con altos cargos y simpatizantes. En Ferraz recuerdan que el mitin lo organizaba el PSM. De ahí que no existan instantáneas en la cuenta de Flickr de la dirección federal del partido. La mayoría de los asistentes rememora que, una vez finalizado el mitin, se fueron y sólo unos pocos accedieron a una zona reservada.
Lo más llamativo llegó en ese momento. Cuando Víctor de Aldama se cuela en el acceso a los camerinos y le pide a Koldo García, hombre de confianza de Ábalos, que le haga una foto con Pedro Sánchez. Nadie sabe cómo logra el empresario entrar en una zona de acceso controlado por el personal de seguridad del presidente del Gobierno pero creen que su relación con el exministro José Luis Ábalos es la que posibilitó que se hiciese ahí la instantánea y no en la platea.
Más de 5 años y medio después, la fotografía se reproducía en la portada de El Mundo. Aldama ya no es un empresario más. Es la pieza central de los casos de corrupción que asedian al Gobierno. Es el comisionista de las mascarillas, la persona que estaba en Barajas la noche del Delcygate, el empresario detenido en la trama de hidrocarburos. El perejil de todas las salsas.
El cachalote que hace tambalear al barco de Sánchez cuya tripulación sigue a su capitán sin dudas ni reparos. El auténtico Moby Dick que esa noche se representaba en el Teatro de La Latina. "Uno no elige con quién se hace una foto", aseguraban este lunes las portavoces del Gobierno y PSOE, Pilar Alegría y Esther Peña, sobre la polémica instantánea.
Un día después de aquel mitin de febrero de 2019, Aldama y el entonces ministro José Luis Ábalos viajaron juntos a México. Lo que intensifica aún más las sospechas sobre la influencia y sus conexiones en la política del Gobierno. Cinco años y medio después, a Sánchez le preguntaron por esa foto. Sucedió este domingo durante su viaje oficial a la India. El presidente del Gobierno aseguró que no había hablado con Aldama ¿Aceptaría la fotografía por mímica? Sólo Sánchez, Koldo y Aldama lo saben.
¿Estuvo Aldama en la noche electoral de 2019?
Hay otra incógnita que recorre al PSOE. ¿Estuvo Víctor de Aldama en Ferraz en la noche electoral el 10 de noviembre de 2019? Todo surge de una información de El Español que afirma que estuvo en la zona noble de la sede del PSOE
La pregunta se la formularon este lunes a la portavoz de la Ejecutiva, Esther Peña, durante la rueda de prensa. Eludió la pregunta, sólo aseguró que "son otros los que lo tienen que demostrar", y pasó a responder otras cuestiones. Fuentes de la dirección socialista se defienden y aseguran que la "carga de la prueba" corresponde al medio que publicó esta información. "Al menos El Mundo tiene una fotografía", retan fuentes de la dirección federal indignados con la información y advierten que han pedido una rectificación.
Algunas de las personas que estuvieron esa noche en Ferraz no descartan que estuviese allí. "Puede ser si iba acompañando a Ábalos", matizan algunas fuentes. Otras personas añaden que "había mucha gente" en la cuarta planta donde estaban algunos de los ministros, jefes de gabinete y altos cargos de la Ejecutiva, también militantes VIP. Nadie recuerda haber visto a Víctor de Aldama pero no es descabellado. El acceso a la sede en esa noche electoral la llevaba la Secretaría de Organización, que estaba en manos de Ábalos.
Lo que descartan es que Aldama entrase en el despacho de Sánchez. Esa noche sólo accedieron un puñado de personas. El equipo más cercano al líder socialista. Begoña Gómez; Carmen Calvo, por entonces vicepresidenta; Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE en ese momento, Cristina Narbona; presidenta del PSOE y José Luis Ábalos, que era el secretario de organización. Entraron y salieron altos cargos de la Ejecutiva pero nadie ajeno al núcleo duro de Ferraz.
Tampoco Aldama aparece, de momento, en las instantáneas de esa noche que ahora se revisan a conciencia entre los que estuvieron en esa planta. Salvo que el empresario tenga las suyas propias. Algunos recuerdan que Sánchez, tras salir de su despacho rumbo al escenario que habían montado en la calle Ferraz, se hizo decenas de selfies con algunas de las personas que estaban en la sede, mientras le felicitaban por la victoria electoral. ¿Era Aldama uno de ellos? De momento no se sabe.