
La estrategia del Gobierno está clara: reinventar los Presupuestos como los de la reconstrucción de Valencia para tratar de conseguir un mayor respaldo. Pedro Sánchez lo dijo de manera abierta durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en los que se han aprobado las ayudas a las localidades afectadas por la DANA.
El presidente del Gobierno ha asegurado que antes de la DANA ya había razones para aprobar las Cuentas y que ahora, "desde el punto de vida humano, vital, sectorial" se "multiplica hasta unos límites colosales". No lo oculta y condiciona parte de las ayudas, que serán de 10.600 millones, a que los Presupuestos salgan adelante. Una estrategia que, a los pocos minutos, el PP tildaba de "chantaje"
¿Pero esto es posible? Varios expertos juristas consultados por Libertad Digital aseguran que hay "mecanismos internos y fondos de contingencia" para hacer frente a una catástrofe. La Ley General Presupuestaria y la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, permiten ajustes en los presupuestos del Estado para responder a situaciones excepcionales. Sólo sería necesario solicitar un "crédito extraordinario". El procedimiento habitual es que el Gobierno solicite al Congreso de los Diputados la creación de un préstamo para hacer frente a un imprevisto.
Un mecanismo sencillo
No sería complicado. Este lunes, en la ronda que el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, tuvo durante este lunes con 11 grupos parlamentarios, a excepción de Vox que declinó participar, hubo unanimidad. Todos los partidos le adelantaron que respaldarían la convalidación del Real Decreto de ayudas que el Ejecutivo aprobó este martes y que llevará al Congreso antes de un mes.
Así que parece evidente que un crédito extraordinario para financiar las ayudas recibiría también un respaldo unánime de la Cámara. Además, un préstamo de estas características tiene un mayor control ya que necesita ser fiscalizado por organismos como la Intervención General de la Administración del Estado y el Tribunal de Cuentas, para asegurar que el gasto es adecuado y que se cumple con los principios de eficiencia y legalidad.
No es la primera vez que el Ejecutivo de Sánchez recurre a un crédito extraordinario. Ya sucedió, por ejemplo, con el COVID-19 o con la crisis del volcán de la Palma. El más reciente, tras una catástrofe, fue el de la isla canaria. En ese momento se autorizó un Fondo de Contingencia por cerca de 70 millones de euros y la Dirección General de Carreteras llegó a solicitar un préstamo extraordinario para reconstruir carreteras.
Los expertos consultados señalan que el propio presupuesto prorrogado, como es el caso actual, tiene reglas que permiten "modificaciones presupuestarias". Éstas se pueden solicitar aunque sigas en una prórroga. La Ley General Presupuestaria lo explica en el artículo 101. "Durante el período de prórroga, el Gobierno podrá realizar modificaciones de crédito para hacer frente a situaciones excepcionales, pero no podrá realizar gastos adicionales sin los límites establecidos en los presupuestos prorrogados", afirma la norma.
Hasta para comprar arte
De hecho, los créditos extraordinarios no se han aplicado sólo en casos de catástrofes o emergencias. En 1993, el ministro de Cultura, Javier Solana, consiguió que el Gobierno de Felipe González aprobase un crédito extraordinario de 350 millones de dólares para poder comprar la colección del barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza en 1992. Esta compra histórica permitió que España adquiriera una de las colecciones de arte más importantes del mundo, con obras de artistas como Rembrandt, Van Gogh, Monet o Cézanne.
El crédito extraordinario se incluyó en el Real Decreto para adquirir la colección. El Ejecutivo optó por este trámite, reservado a medidas de urgencia, ya que los EEUU o Japón estaban también pujando por la colección, ofreciendo incluso mucho más dinero. El propio Real Decreto explica que "el crédito extraordinario financiará con deuda del Estado de acuerdo con lo prevenido en el artículo 101 del Texto Refundido de la Ley General Presupuestaria". Sin embargo, ahora Sánchez condiciona las ayudas a que le aprueben los Presupuestos.
