
No era una votación más. El Gobierno había fiado al paquete fiscal uno de los primeros paso de cara a los Presupuestos. Decían que era un ambicioso proyecto de reforma impositiva pero, como en el cuento de la lechera, todo se ha derramado al primer tropezón parlamentario, provocado por las divisiones entre sus socios.
Sólo un acuerdo in extremis con ERC, Bildu y BNG de prorrogar mediante Real Decreto el impuesto a las energéticas durante un año, les da algo de oxígeno pero, como todo en esta legislatura, queda en manos de Junts.
El Ejecutivo queda ahora varado: sin el paquete fiscal que habían pactado con los socios de forma individual y con el techo de gasto todavía por aprobar. Aunque, pese a las derrotas y al calendario alterado, nada ha cambiado.
La orden de Moncloa es seguir centrándose en los Presupuestos y quieren conseguir, al menos, presentar las cuentas. Otra cosa es que salgan aunque en la dirección del partido se muestran favorables. "Sacarlos", aseguran como Plan A, B y C pese al continuo reguero de derrotas parlamentarias.
De nada sirvieron las súplicas a ERC tras la intervención de su portavoz, Pilar Valluguera, indignada con el "chantaje" de Junts de exigir que se aprobasen sus enmiendas o tumbarían todo. En el grupo parlamentario del PSOE eran muy conscientes de la debilidad que tenían en esta negociación así que optaron por ir cediendo el protagonismo a los diferentes grupos.
A Junts le dejaron presentar su acuerdo que consistía en mantener el impuesto a la banca y eliminar el de las energéticas. A Sumar que se encargasen de anunciar otros impuestos como de los pisos turísticos o el de los seguros de salud. El problema ha sido a la hora de sobreponer todos los acuerdos.
A ERC, Bildu y Podemos no les gustó la decisión de eliminar la tasa a las energéticas y a Junts que intentase gravar los seguros de salud. De ahí que el protagonismo,a última hora del lunes, fuera para los separatistas de izquierdas, a los que se les brindaba la oportunidad de anunciar el acuerdo.
Al Gobierno le queda una posibilidad: el jueves. Algunas de las enmiendas al paquete fiscal todavía siguen vivas. En el grupo parlamentario piensan seguir negociando. Este mismo lunes hubo un intento final en la sala de Gobierno del Congreso con los diputados de ERC. Tras casi tres horas se consiguió un acuerdo in extremis para prorrogar un año más las energéticas.
La cuestión es si este pacto con la izquierda separatista gusta a Junts y si cómo, con este reguero de derrotas parlamentarias, el Gobierno piensa aprobar los Presupuestos.
"Paso a paso", aseguran en la dirección del partido donde no quieren desvelar su plan. La idea es seguir hacia delante pese a que, como se demuestra en cada votación, la coalición Frankestein sólo se mantuvo unida en la investidura y para sacar adelante la ley de amnistía.


