El PP ahonda en la estrategia puesta en marcha a principios del curso político para intentar ensanchar su base y superar el trauma de quedarse a sólo cuatro escaños del Gobierno. En paralelo al giro social adoptado para atraer a votantes de izquierdas, Alberto Núñez Feijóo aspira a consolidar el equilibrio de fuerzas ya existente para dar cabida a las conocidas como "ala dura" y "ala moderada", a los liberales y los cercanos a la socialdemocracia.
Un encaje de piezas que hasta ahora personificaban el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, y el del partido, Borja Sémper, de perfiles muy distintos y con los que se busca atraer al mayor número de electores posible. En el Parlamento este equilibrio lo ejemplifican también Cuca Gamarra, por un lado, y Cayetana Álvarez de Toledo, por otro.
Sin embargo, en el partido las portavocía recaían casi en exclusiva entre los considerados moderados, con Gamarra, Sémper y Elías Bendodo como principales representantes. Algo que cambiaría con la llegada de Ester Muñoz, según transmiten desde la dirección del PP, donde se le atribuye un discurso firme y ausente de complejos. La diputada es el nuevo valor al alza dentro del partido, y una apuesta personal de Tellado y Feijóo, que se la trajeron de León después de que fuera relegada por Pablo Casado.
Rescatada por Tellado y Feijóo
Abogada de 39 años, fue nombrada hace algo más de un año vicesecretaria de Educación y Sanidad. El partido la viene poniendo a prueba desde hace meses para ejercer de portavoz en momentos clave, como con la apertura de diligencias contra Begoña Gómez el pasado mes de abril, cuando protagonizó la primera reacción oficial del PP. Desde entonces, han sido varias las ocasiones en las que ha marcado la posición política ante los medios, siempre desde el Congreso, donde también adquiere protagonismo en las sesiones de control.
Pero hace apenas dos semanas, sorprendió al ser la elegida para confrontar con la exministra Teresa Ribera en su comparecencia en el Congreso por la DANA. Sin aparente relación con las áreas que coordina, Muñoz tenía experiencia previa en la gestión de emergencias de incendios en León como delegada de la Junta de Castilla y León en la provincia, donde dirigió CECOPIS. Desde el primer momento, por tanto, se interesó por lo ocurrido en Valencia, aportando datos relevantes al PP.
Su intervención fue muy ovacionada por sus compañeros de filas y fue del agrado de la dirección nacional, donde dicen tener "mucha confianza en ella". Tanto es así que esta semana se ha estrenado como sustituta de Sémper en la portavocía del partido, dado que éste se encuentra de viaje en México para asistir a una Feria del libro. Es algo, por tanto, circunstancial pero no casual. Desde el PP lo explican así: "Los lunes sale Sémper en Génova, los martes Tellado en Junta de Portavoces, los miércoles Feijóo en sesión de control y el resto de la semana se dará cabida a nuevos perfiles".
Estructura para hacer oposición
El objetivo no es sólo compensar el peso de los "moderados", sino apostar también por portavoces jóvenes para seducir a votantes menores de 30 años, uno de los segmentos de población en los que más dificultades tiene el bipartidismo para penetrar, dada la preferencia de estos votantes por formaciones nuevas como Sumar, antes Podemos, o Vox y Alvise.
Muñoz es de una generación más joven que Gamarra, Sémper o Bendodo, lo que favorece los intereses del PP, que lleva trabajando desde el 23-J en configurar una estructura para hacer oposición, en lugar de gobernar, como daban casi por seguro. Un giro que les ha forzado a cambiar de estrategia sobre la marcha y renovarse para poder confrontar con Pedro Sánchez.