
En público, la ministra portavoz, Pilar Alegría, pedía "quitar hierro a una polémica artificial" pero lo cierto es que la ausencia de representación española en la reapertura de Notre Dame en París está abriendo una guerra cruzada entre ministerios e instituciones.
En el Ejecutivo admiten que "las invitaciones son nominales e intransferibles" y que se recibieron dos. Una, por parte de Enmanuel Macron, a "los jefes de Estado" y, la segunda, la remitió la ministra de Cultura, Rachida Dati, a sus homólogos entre los que estaba Ernest Urtasun.
Malestar en Exteriores
Fuentes de Exteriores trasladan su malestar por lo ocurrido, culpando al Rey, a quien acusan de no informar de que había recibido una invitación para acudir a este acto al que asistieron 30 jefes de Estado y otros, como Donald Trump, que están a punto de volver a serlo.
En el Ministerio aseguran que pedirán explicaciones a la Casa Real y lamentan que se está volviendo cada vez más frecuente la falta de comunicaciones entre el Gobierno y la Jefatura del Estado sobre los actos a los que tienen acudir.
No es el primer encontronazo. Hace un año, el Gobierno declinó asistir con el Rey a la investidura del presidente argentino, Javier Milei, sin mandar un ministro de jornada. También ha habido problemas en otras investiduras en países latinoamericanos o cuando dejaron solo a Felipe VI en una gira en los países bálticos. Aunque el malestar con Casa Real se evidenció en la visita a Paiporta, cuando Sánchez huyó y fueron los monarcas los que se quedaron con la población indignada con la gestión de la catástrofe de la DANA.
Guerra entre ministerios
En Exteriores también tienen reproches contra el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que declinó acudir por "motivos personales". Al final, se descubrió que en la tarde del sábado estuvo en el circo.
En el ministerio de Cultura, en manos de Sumar, también lamentan que no hubiese habido representación española en la catedral parisina pero trasladan sus reproches a Exteriores, ya que afirman que la ausencia de Urtasun no evitaba que otro miembro del Ejecutivo asistiese a la ceremonia.
Sin embargo, el sector socialista del Gobierno recuerda que las invitaciones eran "nominales e intransferibles". Otras fuentes del PSOE recalcan que "les dio pena" que "no hubiera nadie". Incluso deslizan que la competencia, como ministro de jornada para acompañar a los Reyes, correspondía a Exteriores.
Desde Trump a Zelenski
La reapertura oficial de la catedral, cinco años después del trágico incendio que destruyó parte del templo, estuvo oficiada por el arzobispo de París, Laurent Ulrich, y a este evento celebrado el sábado en París acudieron decenas de líderes procedentes de todo el mundo.
Entre los 30 jefes de Estado y de Gobierno se encontraron el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama estadounidense, Jill Biden. A ellos se le sumaron otros presidentes de Europa, África y América Latina. En esta lista de invitados también estaba el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. España, pese a ser un país fronterizo con Francia, fue una de las ausentes.
