
Los establecimientos de toda Cataluña sufren una gran presión lingüística tanto por parte de las administraciones públicas como de ciudadanos, que no dudan en denunciar la ausencia del catalán en la vida pública.
La persecución a todo tipo de comercios no es menor, ya que el pasado año, la Agencia Catalana de Consumo, dependiente de la Generalidad Catalana impuso multas por cuestiones lingüísticas cifradas en un total de medio millón de euros. Estas sanciones vienen motivadas por el cumplimiento de la Ley de Política Lingüística de Cataluña, una normativa que persigue el español y promociona el catalán, garantizando su presencia en la vida pública y social.
Policía lingüística
A partir de ahora, el acoso será aún mayor, ya que las autoridades catalanas están elaborando un plan de inspecciones severo, principalmente en Barcelona, donde la ciudad contará con una policía lingüística para sancionar a los comercios que no atiendan o no rotulen en catalán.
Los verdugos serán los inspectores municipales que, además de comprobar que los negocios tienen todos sus permisos en regla y cumplen las normativas, también se asegurarán de que utilizan el catalán.
Persecución ciudadana
Por su parte, un sector de la ciudadanía también se ha sumado a señalar a los negocios que no rotulen en catalán. La escritora Clàudia Viladrich ha hecho un llamamiento a los independentistas para que denuncien a 60 locales próximos a la Sagrada Familia.
Entre sus propuestas destacan sacar fotos y colocar pegatinas en los establecimientos, así como acosarles en redes sociales, donde la escritora ha publicado una foto explicando que ha pegado una pegatina amenazando a un local: "Es un primer aviso, antes de la denuncia".
Passejant pels voltants de la Sagrada Família. És espantós Déu meu! Més de 60 establiments per denunciar a Consum per incomplir la llei de Política Lingüística.
— Clàudia Viladrich 🏴 (@rocallume) December 11, 2024
Fins i tot m'he trobat amb 4 establiments que no entenien el català. pic.twitter.com/mbicxJa2ka
El hecho de rotular únicamente en español se debe principalmente a que una gran parte de los camareros no conocen la lengua catalana, según han detallado los propietarios de los diferentes negocios.

