Viven en España desde la llegada de los talibanes al poder en 2021. Hasina, Karishma y Sahar llevan tres años intentando sobrevivir. Han aprendido español y otros oficios, porque en España no les convalidan sus títulos. Pero no olvidan a las mujeres afganas, sus amigas, sus hermanas. 20 millones de mujeres que tienen "menos derechos que un gato o un pájaro".
No pueden ni siquiera cantar y su voz no debe oírse en la calleLo dice la última campaña de Amnistía Internacional. No pueden ni siquiera cantar, su voz no debe oírse en la calle. No pueden conducir, ni asomarse a las ventanas, ni estudiar, ni trabajar en la mayoría de los puestos, ni hacer deporte. "Sólo pueden respirar", afirma triste Karishma, que confiesa sentirse culpable por haberse marchado y trata de compensarlo dando clases gratis online. Una situación de apartheid de género única en el mundo.

