En su intervención, Sánchez criticó abiertamente la influencia de los gigantes tecnológicos como Google, Facebook, Twitter y Amazon, y les atribuyó un papel clave en la distorsión de la democracia global. "Las grandes tecnológicas han conseguido un poder sin precedentes, controlando lo que millones de personas ven, leen y piensan. No podemos permitir que estas plataformas sigan siendo los árbitros del debate público", afirmó Sánchez.
El presidente español, alineado con el discurso más intervencionista que se está gestando en Europa, instó a la Unión Europea a actuar con firmeza frente a estas corporaciones. Según Sánchez, la concentración de poder en manos de unas pocas empresas estadounidenses supone una amenaza para los valores democráticos y la soberanía de las naciones europeas. "Europa debe proteger su libertad de expresión, y no puede dejarse dictar lo que es aceptable o no en el debate público por una élite tecnológica extranjera", subrayó.
El llamamiento de Sánchez se produce en un momento de creciente tensión en torno a la regulación de las grandes tecnológicas, que han sido acusadas por varios gobiernos europeos de ejercer prácticas de censura y manipulación. Además, el presidente del Gobierno destacó la necesidad de una legislación más estricta para garantizar la transparencia y la equidad en las plataformas digitales, advirtiendo que no se puede permitir que las empresas de Silicon Valley sigan ejerciendo su influencia sin ninguna regulación efectiva.

