Mariano Rajoy ha presentado este jueves su libro Discursos parlamentarios en el Congreso de los Diputados, en un acto que ha contado con una gran presencia de dirigentes y exdirigentes del Partido Popular, incluido exministros como Soraya Sáenz de Santamaría, además de miembros de la cúpula actual del partido, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza. El acto ha contado también con la presidenta de las Cortes, Francina Armengol.
Delante de ella, el expresidente del Gobierno se ha referido directamente, aunque sin nombrarle, a José Luis Ábalos, exministro y ex número dos del PSOE, ahora imputado por corrupción, y que fue el encargado de defender la moción de censura que echó de la Moncloa al PP y permitió a Pedro Sánchez llegar al poder.
"Dirigiéndome a quien defendió la moción, el no mencionado diputado, utilizando el argumento de la corrupción le dije: ‘¿Acaso el PSOE, árbitro de la limpieza de esta moción de censura, está limpio?. Y terminé afirmando: para venir a dar lecciones hay que estar en condiciones de darlas, si no, mejor callarse’. Llevo aplicándome esta máxima casi desde que nací", ha dicho Mariano Rajoy, reivindicándose de esta forma frente a Ábalos.
Los elogios de Feijóo
El encargado de presentar a Rajoy ha sido Feijóo, que le ha dirigido un gran número de elogios, presentándole como su "amigo", "un hombre de Estado", un "político educado" o "el mejor parlamentario", entre otros halagos, que ha aprovechado también para contraponer a las críticas a Pedro Sánchez. "Hay dirigentes que se comportan como si tuvieran una mayoría absoluta que están lejos de tener", ha dicho un día después de que el Congreso le haya tumbado dos propuestas.
El líder del PP ha insistido en defender los motivos que han llevado a su partido a tumbar la Ley ómnibus, y en asegurar que el Gobierno de Sánchez tiene los votos garantizados para sacar adelante un Decreto de subida de pensiones, ayudas al transporte o a la DANA, sin que incluya propuestas dispares como el palacete al PNV o medidas a favor de los okupas. Al concluir, ha ironizado dirigiéndose a Armengol con un "gracias por quedarte a escucharme", dada la cascada de reproches que ha hecho en su presencia al Ejecutivo.