Un magistrado desmonta las tres "falacias" que utiliza el Gobierno para justificar su reforma judicial

Luis Sanz, vicepresidente de la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial, miembro de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria y magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid, ha manifestado su preocupación por las reformas impulsadas por el Gobierno en materia de justicia, calificándolas como una amenaza directa a la independencia judicial. Durante una entrevista en el programa La trinchera en Llamas de esRadio, Sanz criticó duramente iniciativas como la "democratización" del acceso a la carrera judicial y el debilitamiento de la acción popular.

El ministro de Justicia, Félix Bolaños, defendió estas medidas bajo el argumento de "facilitar el acceso a los jueces de todo tipo de personas" y consolidar a mil jueces sustitutos, lo que, según el ministro, "democratizaría la justicia". Sin embargo, Sanz calificó esta narrativa como engañosa. "La oposición de acceso a la carrera judicial es una oposición dura, exigente, que busca, a través del mérito, la capacidad y la objetividad en la selección, conseguir a los mejores profesionales. Es una oposición equiparable a las de cuerpos del Estado como notarios, registradores o diplomáticos. Pero, qué casualidad, esas no hay que tocarlas ni cambiarlas. Solo preocupa 'democratizar' las posiciones de juez", señaló.

Las falacias que justifican la reforma

Sanz desmontó tres falacias que, según él, el Gobierno utiliza para defender estas reformas. "Primero, que ‘todos son hijos de jueces’. Pues no. En la última promoción de 137 jueces, cinco son hijos de jueces y 72 no tienen familiares, ni siquiera en el mundo del derecho. Segundo, que ‘todos son machistas’. De esos 137 jueces, 92 son mujeres y 45 hombres. Tercero, que ‘todos son ricos’. La carrera judicial está compuesta por clases sociales diversas. En la última promoción, el 34,3% de los jueces provienen de familias sin estudios superiores", explicó.

En cuanto a la consolidación de mil jueces sustitutos a través del llamado cuarto turno, Sanz expresó su preocupación por la falta de garantías en este proceso. "El cuarto turno existe actualmente, pero bajo unas exigencias importantes. Es una vía de acceso para profesionales con diez años de ejercicio de su actividad, pero también a través de una exigente prueba de acceso que valora sus méritos. Ahora, lo que se pretende es rebajar los cánones de dificultad de esta prueba e introducir a mil jueces sustitutos ‘por la puerta de atrás’", advirtió. Además, criticó la falta de soluciones por parte del Gobierno para abordar la escasez de jueces de forma estructural: "Es curioso porque esgrimen la falta de jueces, pero son los mismos que no han querido resolver este problema durante años".

La Ley Begoña y la acción popular

Sanz también abordó la controvertida Ley Begoña, que busca restringir la acción popular y limitar la apertura de investigaciones judiciales basadas en informaciones periodísticas. "La reforma sobre la acción popular pretende vaciarla de contenido. No podemos olvidar que la acción popular está constitucionalizada en el artículo 125 de la Constitución. Es un mecanismo de participación ciudadana en la administración de justicia, y ha sido fundamental en numerosos casos que terminaron con condenas gracias al impulso de la acción popular", explicó. Según Sanz, el proyecto busca beneficiar a casos concretos mediante la aplicación retroactiva de la norma: "Esto vulnera principios básicos del derecho y afecta gravemente a la confianza en la justicia".

Defensa de la independencia judicial

Ante estas reformas, Sanz destacó que la independencia judicial debe ser preservada frente a intereses partidistas y alentó a recurrir a instancias nacionales y europeas para frenar estos ataques. "Podemos recurrir al Tribunal Constitucional, al Tribunal de Justicia de la Unión Europea y a las instituciones europeas. En otros países, como Polonia y Hungría, se han impuesto sanciones por medidas similares. También es crucial que las asociaciones profesionales sigan denunciando estos ataques", afirmó.

Luis Sanz concluyó su intervención denunciando la falta de voluntad política para garantizar un sistema judicial independiente en España. "Lo que realmente molesta no es que los jueces sean ‘hijos de jueces’, ‘machistas’ o ‘ricos’. Lo que verdaderamente incomoda al poder político es la existencia de jueces independientes que realizan su función con plena sujeción a la Constitución y las leyes", finalizó.