
Alberto Núñez Feijóo ha reunido en el Congreso a sus diputados y senadores para inaugurar el nuevo período de sesiones en las Cortes y afrontar este 2025, el primer año desde hace mucho tiempo en el que no hay elecciones a la vista, salvo sorpresa. El presidente del Partido Popular ha intentado infundirles ánimo y lanzar un mensaje optimista, después de describir un panorama desolador, con un Gobierno "en decadencia" que busca a toda costa mantenerse en el poder.
"Me pregunto si lo que tenemos es un Gobierno o una unidad de borrado de presuntos delitos", ha dicho Feijóo, arrancando la risa de sus parlamentarios, ante los que ha señalado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por el borrado de mensajes en su móvil, nada más conocer que estaba siendo investigado por el Tribunal Supremo, y por su negativa a responder a las preguntas del juez que le llamó a declarar como imputado.
"Tenemos un fiscal general del Estado que, su práctica, se parece mucho a la de un delincuente común, y un presidente del Gobierno que patrocina que se obstruya la Justicia", ha criticado ante los suyos. El PP vuelca buena parte de sus esfuerzos en arremeter contra el fiscal, al que le pide insistentemente que dimita para evitar más daño reputacional a la institución, en línea con lo que le exigen sus propios compañeros, no sólo por la investigación que afronta, sino por la posibilidad de que pueda ser condenado. Un hecho insólito en España.
Dada la negativa de García Ortiz a marcharse, el partido de Feijóo pide al Gobierno que le exija su cese, lo que no va a ocurrir según ha confirmado el propio Pedro Sánchez, que reunía, esta mañana, a la misma hora y en una sala contigua del Congreso, a sus parlamentarios. El líder del PP intervenía en la Sala Constitucional, el presidente, en la Ernest Lluch, ambos separados apenas por un muro.
Feijóo ha pedido a sus parlamentarios "ser la garantía contra el pesimismo en España", después de acusar al Gobierno de "bloquear la agenda del cambio" y "convertir el Consejo de Ministros en la oposición al PP", recordando que la Ley ELA sigue sin financiación tres meses después o que la Ley antiokupas aprobada por el Senado sigue bloqueada en el Congreso un año después, en un intento por frenar la poca iniciativa legislativa a la que puede acceder el PP por ser oposición.
Insistiendo en el mismo mensaje lanzado el pasado fin de semana, el líder del PP ha querido en todo momento contraponer sus propuestas sociales, como la vivienda, a la agenda de la corrupción del Gobierno, volcado en afrontar todo tipo de escándalos, además de la imputación de todo el entorno de Pedro Sánchez. Un intento por presentarse ante los españoles como un gestor capaz de abordar problemas, frente a un presidente que se mantiene en el poder para lograr su propia supervivencia.