
El Congreso de los Diputados ha arrojado una nueva imagen de división en el seno de la coalición de Gobierno, con PSOE y Sumar votando por separado en dos importantes leyes: la del Suelo y la concesión de la nacionalidad a los saharauis nacidos bajo administración española.
La primera norma, registrada por el PNV y que contaba con el respaldo del PSOE, ha sido tumbada por la Cámara con los votos de PP, Sumar, ERC, Junts, Bildu, y Podemos. Vox y el BNV se han abstenido, por lo que socialistas y peneuvistas se han quedado solos apoyando la toma en consideración de esta ley, que el PSOE ya tuvo que retirar la primera vez que intentó presentarla en el Congreso porque no contaba con los votos suficientes.
La toma en consideración para conceder la nacionalidad a los saharauis ha salido adelante con el apoyo de PP, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, Podemos, BNG, el diputado Ábalos, UPN y CC. El PSOE se ha quedado sólo votando en contra, ya que los de Vox se han abstenido. La ley seguirá ahora su trámite parlamentario.
Un Pleno tenso
El PSOE sale así derrotado en ambas propuestas, aunque logra salvar el escollo que más le preocupaba puesto que en este Pleno iba a debatirse la cuestión de confianza que Junts acabó retirando ayer a última hora sin dar a conocer las contrapartidas. La decisión se conocía poco antes de que ERC diera a conocer el acuerdo para condonar 17.000 millones de euros a Cataluña, en una quita autonómica que el Gobierno propone hasta los 83.000 millones de euros.
El voto del PP ha sido decisivo para que los socialistas sufran estas estrepitosas derrotas, que pasan a engordar la larga lista de votaciones que han perdido, especialmente por el voto de PNV y Junts, aunque en esta ocasión la coalición se ha partido por la mitad.
Una división en la que hacía hincapié esta mañana el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, al denunciar que este es el tercer Pleno en el que el Gobierno no trae una propuesta legislativa, dada su minoría parlamentaria, mientras bloquea hasta 80 iniciativas de la oposición para evitar verse permanentemente derrotado, lo que supone ningunear al poder legislativo.

