
No es la primera ocasión en que los socios del Gobierno no votan unidos y, previsiblemente no será la última; sin embargo que Junst, ERC y EH Bildu voten en contra de una moción del PSOE en la Cámara Alta coincidiendo con la papeleta elegida por PP y Vox no es tan habitual. Esta es la situación que ha vivido este miércoles el Senado, que ha rechazado de forma casi unánime la propuesta de los socialistas que intentaba incluir a esta cámara a los actos que conmemoran la muerte del dictador Francisco Franco.
De hecho, este voto en contra de los independentistas catalanes –tanto de izquierdas como de derechas— como de los herederos de Batasuna hayan votado en contra de incluir a la cámara territorial en los 100 actos que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ideado para este 2025; muestra que el planteamiento del Ejecutivo que asegura que el comienzo de la democracia se dio en 1975 no es compartido por la mayoría del Parlamento.
En concreto, tanto PP y Vox como Junts, ECR y EH Bildu han votado en contra de la propuesta –si bien bastaba con el ‘No’ de los populares para tumbarla al tener el PP mayoría absoluta en el Senado—; mientras que el PNV se ha abstenido. Un balance que ha dejado una derrota aplastante a la iniciativa socialista.
De esta forma ha fracasado el Grupo Parlamentario Socialista en su proposición, que pretendía que la Cámara Alta participara activamente en lo que el Ministerio de Memoria Democrática que dirige Ángel Víctor Torres ha llamado ‘España en Libertad 50 años’. Así, la iniciativa pretendía que el Senado dedicase parte de su presupuesto a organizar actos institucionales y actividades divulgativas enfocadas al modelo autonómico "y su contribución al progreso de país".
La justificación que no compran sus socios
Algo que han justificado asegurando que el Senado debería animar "a todas las instituciones autonómicas y municipales a sumarse a esta conmemoración con el fin de reafirmar el compromiso compartido con los valores democráticos y la diversidad territorial de España". Una justificación que ni si quiera han aprobado los socios de Sánchez.
Sin embargo, para los socialistas, tanto el Gobierno como el Congreso y el Senado tienen el deber de colaborar en la organización de los actos institucionales, entre los que Sánchez ha incluido celebraciones como la conmemoración de los 600 años de la llegada del pueblo gitano a la Península; pero de los que ha excluido al Rey Juan Carlos I no invitándolo al acto que destaca el papel de la monarquía.

