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Idoia Ribas: "La forma de superar el techo de los 52 no es poner un puente de plata al que discrepa"

La diputada de Vox Baleares habla con Libertad Digital sobre la crisis interna que atraviesa la formación.

La diputada crítica de Vox Baleares, Idoia Ribas, continúa alzando la voz dispuesta, junto a otros cargos y excargos de la formación, a impulsar un movimiento que busca refundar el partido. Quieren más democracia interna y que la dirección Nacional no coaccione a sus dirigentes territoriales. La política, que sigue formando parte del grupo parlamentario en las islas, es consciente de las posibles represalias que puede sufrir desde Vox, como ya les ocurrió a los dos procuradores expulsados de Vox en Castilla y León, Javier Teira y Ana Rosa Hernando. Aún así, Ribas ha hablado claro sobre su percepción de Vox.

Usted acudió a la reunión del pasado sábado de cargos y excargos críticos de Vox, que piden una refundación del partido ante la falta de democracia interna. ¿Por qué continúa en un proyecto en el que no está a gusto?

Cuando uno cree que las cosas se hacen mal, tiene tres opciones. La primera es irse, la segunda es mirar para otro lado y la tercera es intentar trabajar para que las cosas se hagan bien. Yo estoy en esa tercera opción, por eso me dedico a la política activa. Intentamos salvar un proyecto que yo creo que va a la deriva por esa falta de democracia interna.

¿Teme algún tipo de medida sancionadora? Esta semana la portavoz de Baleares, Manuela Cañadas, le ha pedido que entregue el acta.

Yo creo que por pedir democracia en un partido político, que es algo que está recogido en la Constitución española y en la ley de partidos políticos, no se le puede exigir a una persona que entregue su acta. También la Constitución española dice que los cargos electos no estamos sometidos a mandatos imperativos, precisamente para evitar este tipo de coacciones que puedan venir incluso desde las cúpulas de los propios partidos políticos.

Nosotros nos debemos al programa electoral que hemos defendido y a los electores que han confiado en nosotros. La señora Cañadas, si no está a gusto con alguien dentro del grupo parlamentario, a lo mejor debería plantearse dejar de ser la portavoz del grupo parlamentario. Yo no voy a dejar de ser un cargo electo de mi partido por el hecho de reclamar lo que es justo, que es que se cumpla la Constitución, las leyes, y mi derecho de sufragio pasivo.

¿Desde la Dirección Nacional se han puesto en contacto con usted tras la reunión del sábado?

No, nosotros hemos enviado una carta a la Dirección Nacional, concretamente al presidente Santiago Abascal, explicándole cuáles fueron los motivos de esa reunión, adjuntándole la ‘Declaración de Barajas’. Hemos dado un plazo suficiente de diez días para que pueda conciliar su agenda y estamos esperando a poder ser recibidos para que sea consciente de que es necesario cambiar los procedimientos internos de participación, porque eso está llevando a situaciones absurdas en muchos territorios que están teniendo que acatar órdenes desde la Dirección Nacional. El señor Abascal no es omnipresente, no puede estar en todas partes y no puede estar decidiendo por todo el mundo a la vez. Según dicen algunos Abascal es imprescindible y los demás somos todos prescindibles. Aquí hay un problema de funcionamiento evidente.

¿Y cómo valora el ninguneo que su batalla para mejorar el partido está recibiendo desde Bambú? ¿Realmente confía en que vaya a haber una respuesta de Santiago Abascal a esa misiva?

Yo creo que es un error por parte de la Dirección Nacional del partido ningunear esta reunión. Yo creo que cuando hay tantos cargos de tantas partes de España que se han reunido y que están denunciando públicamente esto, arriesgándose a represalias, es porque realmente estamos preocupados. Cada vez se va más gente y se van a quedar sin partido.

Es absolutamente imposible que una acción política en España, en un país democrático, prospere si no tiene un funcionamiento interno democrático. No es bienvenido ningún liderazgo dentro de este partido aunque sea en un ámbito regional. Yo creo que también las personas que rodean al líder de Vox tendrían que estar más a la altura y no tener tanto miedo a que alguien le pueda quitar el liderazgo a Abascal.

Quiero confiar en que Santiago Abascal va a responder, nos va a atender y se va a dar cuenta de que este es un movimiento que afecta a toda España y que el partido puede peligrar. En lo que estamos todos unidos es en intentar parar esta deriva autodestructiva en la que nos hemos visto envueltos.

Denuncia que en Vox hay autoritarismos, ¿por qué y a qué se refiere?

Se debe sencillamente a que no hay ningún proceso de participación interna y yo creo que lo que pretendían en su momento cuando se cambiaron los estatutos en marzo del 2022 fue evitar que hubiese precisamente disputas dentro del partido. Yo creo que aquí hay que tener altura de miras, hay que saber cómo gestionar los recursos humanos y hay que saber cómo tratar a la gente, sin manipulaciones, mentiras o presiones. Lo que tenemos que hacer es, sumar y que cada vez haya más gente en el proyecto, porque sin un buen músculo, el proyecto no puede salir adelante y al final es un soufflé y yo no quiero estar en un partido soufflé.

¿Qué futuro podemos esperar en Vox? ¿Cree que en algún momento Vox va a llegar a gobernar España?

Yo creo que mientras no haya un acuerdo de gobierno entre el Partido Popular y Vox a nivel nacional, regional y municipal, solo tenemos impedimentos. Da la sensación de que Vox lo que se pretende es diferenciarse del Partido Popular en todo lo posible imposibilitando llegar a algún tipo de acuerdo. Eso lo que hace es darle alas a la izquierda.

El goteo de bajas en Vox no cesa, ¿actualmente considera que existe un fuerte capital humano en el partido? ¿Quién cree que será el próximo en alzar la voz y abandonar el barco?

Es un goteo continuo de personas que deciden irse. Además tenemos el problema del acoso en las redes sociales. Cualquiera que diga que quiere que Vox sea democrático, es embestido por muchos perfiles anónimos que prácticamente te dicen: "Pégate un tiro".

Javier Ortega Smith ha criticado el giro de Vox en diferentes temas, ¿confía en que con sus palabras pueda cambiar algo?

Ojalá, porque es una voz más y cada vez que alguien se pronuncia y destapa lo que hay, más se abren los ojos a las personas que están ahora mismo dirigiendo el partido. Yo me enteré por la prensa de la ruptura del gobierno en Baleares. Hubo una reunión telemática de diez minutos y nadie pudo decir nada. Tienen que contar con la gente, sobre todo con la gente que estamos dando la cara, porque Vox pudo configurar una lista porque yo presté mi nombre, mis apellidos y mi imagen. Con la gente hay que contar, por eso estamos en una democracia y a quien no le guste, oye, pues que se vaya a vivir a Rusia o Afganistán.

¿Cómo está actualmente Vox Baleares? Ha sido el primer territorio en el que Vox evidenció una clara crisis interna ante la imposición de Madrid, con dimisiones en bloques y relevos.

En Baleares el partido está totalmente deshecho. Hemos pasado de tener una organización con gente ilusionada, a tener a la gente totalmente parada y que solo nos vemos en las cenas de Navidad.

¿Cómo se tomó Madrid la creación de la asociación ‘Avanza Libertad’?

Cuando yo dimito como portavoz en el Parlamento de Baleares porque no estaba de acuerdo con la forma de actuar de la cúpula, lo que hacemos tanto yo como otros diputados es constituir esta asociación ‘Avanza en Libertad’ para poder desde la sociedad civil seguir difundiendo nuestras ideas. El señor Enrique Cabanas nos dijo personalmente que si necesitábamos cualquier cosa para la asociación, dado que difunde la misma ideología que Vox, le llamásemos, pero al poco tiempo, la señora Manuela Cañadas y algún miembro del Comité Ejecutivo Provincial empezaron a difundir que nosotros en realidad habíamos montado un partido político y que éramos unos traidores. Eso es absolutamente falso, es una asociación civil y no tiene ninguna pretensión de ser un partido político.

¿Ve posible reconducir las relaciones con el Partido Popular de cara a formar una alternativa fuerte a un gobierno socialista?

Depende de lo que le pase por la cabeza a la cúpula de Vox y a la cúpula del Partido Popular. No se hasta qué punto la ruptura en los gobiernos fue algo premeditado. Aquí en Baleares no entramos en el gobierno de Baleares porque así lo decidió la dirección nacional así como en el resto de territorios. Se trata simplemente de distinguirse lo máximo posible del Partido Popular para así seguir ganando votantes, pero lo cierto es que no está funcionando porque veníamos de 52 diputados y ahora mismo por mucho que se haya subido en las encuestas no pasamos nunca del 15%. Yo no sé si Vox ha llegado al techo o no, pero desde luego la forma de superar aquel techo de los 52 no es cargarte a la mitad del partido haciéndole ‘mobbing’, evitando que puedan opinar y haciéndoles la vida imposible, poniéndoles ese puente de plata a quienes discrepan.

¿Piensa que existen egos en Vox?

Por supuesto, si no fuera por egos no estaríamos así, si no fuera por egos ya se habrían cambiado los estatutos y habríamos vuelto a un sistema de elección de los líderes provinciales. Creo que más que egos hay miedos, las personas que rodean a Santiago Abascal tienen miedo de que algún día ya no sea el jefe, y que no cuenten con ellos. Por eso tienen blindado al líder, que nadie se pueda acercar a él, que nadie más despunte en ninguna comunidad autónoma. Hemos visto también la dimisión recientemente de Juan García Gallardo en Castilla y León que era una persona destacada y muy querida.

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