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Las feministas clásicas utilizan el manifiesto del 8-M para enviar un mensaje velado a José Luis Ábalos y al PSOE

Tras la declaración de Jéssica en el Supremo, el Movimiento Feminista de Madrid clama contra la prostitución, pero también contra el "Sugar dating".

Tras la declaración de Jéssica en el Supremo, el Movimiento Feminista de Madrid clama contra la prostitución, pero también contra el "Sugar dating".
Manifestación del 8M de 2024 | Europa Press

A las puertas del 8M, las feministas guardan silencio sobre los escándalos que acechan a la izquierda. Ni Monedero, ni Errejón ni José Luis Ábalos aparecen en sus manifiestos, aunque llama la atención la curiosa mención que las consideradas feministas clásicas sí hacen este año al llamado "Sugar dating" al que habría recurrido el exministro. No en vano, la propia Jéssica —la mujer con la que, según los investigadores, Ábalos tenía "una relación particular"— se refería a él habitualmente como "Sugar daddy".

Dicha expresión se utiliza habitualmente para referirse a hombres con alto poder adquisitivo que establecen una relación con una mujer más joven a la que agasajan con todo tipo de regalos a cambio de acompañamiento y relaciones sexuales. En este caso, el que fuera secretario de Organización del PSOE, no solo le habría dado importantes sumas de dinero, sino que también le habría alquilado un exclusivo piso en Plaza de España y le habría conseguido dos empleos públicos a los que ni siquiera tenía que acudir a trabajar, tal y como ella misma confesaba hace unos días ante el Tribunal Supremo.

En este contexto, resulta curiosa la alusión que hace a este fenómeno el manifiesto hecho público por el Movimiento Feminista de Madrid, organizador de la principal marcha que se convoca en la capital el 8 de marzo y que desde hace años cuenta con otra alternativa, convocada, en este caso, por los movimientos más próximos a Podemos y Sumar. "Rechazamos totalmente el sistema prostitucional, la pornografía, el Sugar Dating y plataformas como Onlyfans", reza el escrito de las feministas clásicas, cuyo lema, en esta ocasión, es "Mujeres en lucha contra el machismo global".

El PSOE, ¿un partido abolicionista?

Aunque por definición son abolicionistas y siempre exigen el fin de la prostitución, este año no han dudado en mencionar explícitamente este fenómeno que hoy está en boca de todos por la actualidad política. Se da la circunstancia, además, de que muchas de ellas provienen del PSOE, un partido que, en los últimos años, está teniendo que cabalgar grandes contradicciones en este asunto: de las prostitutas del Tito Berni al caso que salpica de lleno a un José Luis Ábalos que, cuando Sánchez le defenestró y se empezó a hablar de un posible escándalo sexual, renegaba de la prostitución.

"Estoy absolutamente en contra de la explotación sexual de las mujeres, pero también de los hombres. Me da asco que alguien no tenga otro recurso más que entregarse a una relación que de normal no lo haría", le decía en una entrevista a Risto Mejide por aquel entonces. "¿Alguna vez has pagado por sexo?", le preguntaba entonces el presentador. "Yo, afortunadamente, no he necesitado recurrir a eso. Y, entre otras cosas, te diré que no me produce ninguna satisfacción saber que están conmigo solo por dinero", añadía el exministro. Años después, las investigaciones de la UCO parecen convertir aquellas palabras en papel mojado.

Sin embargo, para muchas feministas, Ábalos no es el único que debería avergonzarse. Aunque en público opten por mantener las formas para no provocar un conflicto en el seno del PSOE, lo cierto es que muchas no entienden cómo el partido puede guardar silencio ante los múltiples escándalos relacionados con prostitutas que le salpican y seguir defendiendo, al mismo tiempo, que su objetivo es acabar con la prostitución.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, encarna como nadie esta doble vara de medir. "Mi partido es abolicionista de la prostitución, una forma de discriminación radical que esclaviza a las mujeres", declaraba este lunes en una entrevista concedida al diario El País, en la que, además, insistía, sin ningún rubor, en que su máxima aspiración es acabar la legislatura con una ley abolicionista. Eso sí, ni ella mencionó en ningún momento a sus compañeros socialistas ni la periodista del grupo Prisa consideró necesario preguntarle ni siquiera por el caso Ábalos. Este miércoles, en un desayuno de Europa Press, sí se ha visto obligada a referirse a este asunto y se ha limitado a decir que siente una "enorme decepción".

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