La estrategia de defensa del partido de Santiago Abascal pasa por señalar al PSOE y al Partido Popular por "orquestar" una "persecución" que busca desprestigiar al partido. Así ha comenzado el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, la habitual rueda de prensa de los lunes tras la reunión del Comité de Acción Política después de que Anticorrupción haya abierto una investigación por la denuncia del PSOE por presunta financiación irregular.
"Hay muchos interesados en ese triángulo mágico que es Génova, Ferraz y Sol en acabar con Vox", ha justificado Fúster tras reiterar en numerosas ocasiones que "no hay nada", defendiendo la "transparencia" y "claridad" de las cuentas del partido.
Desde Vox aseguran que cumplen con la legalidad, que no tienen nada que ocultar y que está todo presentado en el Tribunal de Cuentas. Limitan sus ingresos por merchandising y donaciones en 800.000 euros entre 2018 y 2019, negando e incluso ridiculizando la denuncia presentada desde Ferraz. "Nosotros teníamos merchandising, se entregaba y había personas que querían a cambio colaborar con la financiación del partido", ha aseverado Fúster. Se justifican en que "las actividades promocionales están autorizadas por el artículo 2 de la ley de financiación de partidos políticos", persistiendo en señalar a PP y PSOE por estar detrás de una "cacería" contra Vox.
Dicen estar tranquilos y confían en que no vaya a llegar a nada mientras aseguran que la denuncia que apunta a financiación irregular de 4,6 millones de euros desde distintas vías, no tiene fundamento. En este sentido, apuestan porque sean los simpatizantes los que financien los partidos políticos, sin mencionar el préstamo del banco húngaro, valorado en más de 9 millones.