Los retrasos y las incidencias en el sistema de cercanías ferroviarias de Cataluña han sido la pértiga utilizada por el líder de Junts, Carles Puigdemont, para emitir un mensaje en la red social X en el que acusa a Salvador Illa de fascista y de lamerle el culo al Rey. Puigdemont exhibe en el texto los rasgos esenciales del supremacismo catalanista, como la atribución de todos los problemas de la región a la mala administración de España.
"La normalidad socialista. La normalidad de Illa y Paneque. La normalidad de España. ¿El 'govern' para todos? No para los que van en tren, para los que hablamos en catalán, para los que amamos la Cataluña Norte, para los que no queremos chupar el culo al rey, para los que queremos la independencia", comienza diciendo Puigdemont.
A continuación el prófugo se refiere a la crisis de Rodalies que medios, partidos y entidades separatistas amplifican para reanimar el proceso separatista: "Un govern que deja tirados a sus ciudadanos en los andenes o atrapados en los trenes es un govern incapaz, un 'govern' que vive de espaldas al país y cara al sol de Madrid, un govern para quien los ciudadanos deben ser súbditos pacientes, resignados, callados, desmovilizados y crédulos de la propaganda".
Tras un párrafo de transición sobre la "irresponsabilidad de negar y desacreditar las razones del conflicto entre Cataluña y España", Puigdemont extiende sus acusaciones a Pedro Sánchez, pero sin citar al presidente del Gobierno: "Cuando en un país los trenes fallan por sistema, la indignación es inevitable. Fallan entre otras cosas porque los gestionan las administraciones españolas, y cada año, cada año y cada año dejan de invertir en Cataluña y sobre invierten en Madrid... por lo que ni les hemos aprobado los presupuestos, ni los aprobaremos mientras se mantenga este maltrato".
Semejante despliegue de retórica ha sido la respuesta de apoyo de Puigdemont a su amigo y biógrafo Xevi Xirgo, quien ha denunciado esta mañana que el Ave entre Gerona y Barcelona iba con retraso. Xirgo fue director del diario El Punt Avui, trabajó con Puigdemont y le ayudó a redactar los dos volúmenes de sus memorias sobre el golpe de Estado y la fuga a Bélgica. En la actualidad ejerce como presidente del Consejo Audiovisual de Cataluña, el órgano censor responsable de las adjudicaciones de licencias de emisión en la comunidad autónoma.
Sin embargo, no ha sido el único mensaje de Puigdemont con ánimo de polémica. El expresidente de la Generalidad que lideró el golpe de Estado separatista no ha podido evitar referirse a las quemaduras en la cara del monarca. "Imposible de olvidar: el rey que tenía la nariz roja...", ha escrito el prófugo, quien activó la campaña separatista contra el monarca tras los atentados islamistas de Barcelona y Cambrils. En aquel contexto y según el discurso separatista, los Mossos habían demostrado con el abatimiento de todos los terroristas que Cataluña estaba por encima del resto de España en eficacia. Ahora se trata de Rodalies y de demostrar que España está por debajo de Cataluña y que todo se lo queda Madrid.