
El pasado mes de diciembre, la asociación mayoritaria de la Guardia Civil, JUCIL, ya remitió un escrito formal al Jefe de la Comandancia de Almería subrayando su preocupación por la falta de planificación y seguridad en los Centros de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) en la citada provincia. Pero no se trata de un caso aislado, tal y como señalan miembros del Cuerpo. Se ha generalizado un incumplimiento de los protocolos, por falta de medios, que pone en peligro, no sólo la garantía de control de los inmigrantes sino la propia integridad de los guardias, destacan guardias civiles.
La primera prueba del incumplimiento de estos protocolos vino de la propia respuesta al requerimiento de información de la asociación. Según la información facilitada a JUCIL desde la Comandancia de Almería, "los traslados de personas migrantes desde la localidad de Carboneras hasta Almería –así como en otras situaciones similares– no se ajustan a un protocolo estandarizado, sino que dependen de múltiples factores variables, como el estado de salud de los migrantes, la disponibilidad de efectivos y medios, las condiciones meteorológicas o las necesidades de servicio en cada momento", destacan desde JUCIL. "Algunos de los factores con plenamente comprensibles, pero otros no, como la disponibilidad de efectivos y medios", señala un guardia conocedor de la situación en estos traslados.
Inquietud por la inseguridad
Desde JUCIL destacan, de hecho, su inquietud por la inseguridad a la que se enfrentan los agentes encargados de estas tareas. "Es inadmisible que los traslados se realicen sin una planificación clara y sin garantizar la seguridad de nuestros compañeros. En algunos casos, un solo agente ha sido responsable de conducir un vehículo con personas migrantes a bordo, lo que puede suponer un riesgo", explica Rafael Rodríguez Maldonado, Coordinador Regional de Andalucía Oriental, Ceuta y Melilla de JUCIL. ¿Se trata de una práctica aislada? No lo parece.
La respuesta de la Comandancia de Almería señala que, dentro del proceso de evaluación de unidades, se han dado instrucciones a la Oficina de Prevención de Riesgos Laborales para revisar estos procedimientos y proponer medidas que garanticen la seguridad de los agentes. "La Guardia Civil no puede seguir trabajando en estas condiciones de incertidumbre y precariedad. Exigimos que se implementen medidas para corregir esta situación y proteger a quienes se juegan la vida cada día en el ejercicio de su labor", comentan desde JUCIL. Y es que la ausencia de protocolos no es un caso único de Almería.
"JUCIL ha subrayado la necesidad de establecer procedimientos claros y efectivos para estos operativos, con un número adecuado de efectivos en cada traslado y con los medios necesarios para garantizar la seguridad de todos los implicados, porque no los hay en estos momentos", recuerdan desde la asociación.
"Celebramos que Riesgos Laborales evalúe esta situación. Seguiremos de cerca esta medida para asegurar que no se quede en una evaluación y que se apliquen los cambios necesarios para minimizar los riesgos a los que se enfrentan nuestros compañeros en este tipo de traslados", añaden desde JUCIL.
Y es que las denuncias de guardias de otros lugares de España apuntan a una generalización del desarrollo de este tipo de tareas sin un protocolo estándar.


