
Podemos mete el turbo pre-electoral. El partido fundado por Pablo Iglesias Turrión ha celebrado este pasado fin de semana su V Asamblea Ciudadana en la que se ha reelegido a Ione Belarra como Secretaria General, con la menor participación en la historia del partido, y a Irene Montero como candidata en unas próximas elecciones generales.
La formación morada marca distancias con Sumar, agita el "no a la guerra", recomienda a Yolanda Díaz que se afile al PSOE y llama al sector socialista del Gobierno "lamebotas" y un "vasallo" de Trump por el viaje del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, a EEUU para reunirse con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, solo unos días después de que el principal asesor económico de Trump criticase la gira asiática del Sánchez.
Pese a las provocaciones, la orden en el Gobierno es "no meter el dedo en el ojo" a Podemos. Sólo esperan que las aguas se calmen y la extrema izquierda vuelva a agruparse en torno a unas mismas siglas. "Sería una locura que no lo hiciesen", aseveran y advierten que "ningún progresista en este país quiere que gobierne la derecha".
El temor a que concurran dos candidaturas de extrema izquierda mermaría las opciones de Pedro Sánchez en unas generales, ya que necesita una candidatura fuerte a su izquierda para sumar en el Congreso. En las circunscripciones medianas, que son la mayoría, hay unos escaños en liza por los que compiten Vox y los partidos de extrema izquierda. Si se dividiese el voto, los de Abascal tendrían vía libre para llevarse el diputado mientras que Sumar y Podemos sólo tendrían opciones en las grandes (Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla).
Fuentes socialistas creen que en la formación morada "hay un poquito de intento de faltar al respeto" pero la intención es no entrar al trapo, ni polemizar hasta que se produzca "una ordenación del espacio". Lo que parece claro es que las siglas de Sumar están más que amortizadas y lo que siguen con atención en Ferraz son los movimientos de IU. Lo herederos del PCE serán determinantes para conformar una nueva coalición que releve a las siglas de Yolanda Díaz y de Pablo Iglesias.
Mirando a Andalucía
En ese sentido, señalan que la primera prueba de fuego será en Andalucía. En esta comunidad, se celebrarán elecciones autonómicas durante el próximo año e IU será clave ya que es uno de sus feudos y de donde viene el actual coordinador general, Antonio Maíllo.
Hace 3 años, Podemos decidió dar un apoyo externo, pero no integrarse, en la coalición que lideraba IU debido a los recelos que le provocaba Más País, embrión errejonista de Sumar. Ahora, los morados votarán si apoyan a Por Andalucía, van por separado u optan por respaldar a Adelante Andalucía, la escisión de Teresa Rodríguez. La correlación de fuerzas de lo que sucede en el sur será clave para lo que luego se traslade en Madrid.