
A escasas horas de que el Consejo de Ministros apruebe este martes la esperada reducción de la jornada laboral y remita el proyecto al Congreso de los Diputados para su tramitación parlamentaria, Sumar ha anunciado que va a impulsar una campaña de recogida de firmas con la que pretende visibilizar el respaldo social en torno a la iniciativa estrella de Yolanda Díaz. Con esta maniobra, la formación liderada por la vicepresidenta segunda busca ejercer presión sobre aquellos grupos parlamentarios, como Junts, que aún se muestran reacios a apoyar la iniciativa condicionando su respaldo a una negociación.
La recogida de firmas, lanzada también en redes sociales, se suma a la gira que Sumar puso en marcha a comienzos de año y que, quedó en punto muerto desde febrero tras sus paradas en Gijón y la localidad barcelonesa de Viladecans.
Ahora, y tras varios meses de paréntesis, Sumar retomará estos actos en clave partidista, y no institucional, a pesar de que las negociaciones para asegurar el respaldo parlamentario a la medida se están conduciendo desde el Ministerio de Trabajo. De este modo, Sumar trata de marcar perfil propio con una iniciativa que lleva encallada más de un año en un contexto marcado por el desgaste de la coalición de Gobierno y unas encuestas que no auguran un horizonte favorable para el partido a la izquierda del PSOE.
La vicepresidenta segunda sigue sin reunir los apoyos parlamentarios necesarios. Junts, pieza clave en la investidura de Pedro Sánchez, ya ha anunciado su intención de presentar una enmienda a la totalidad. Una advertencia política de calado que, sin embargo, desde Sumar se ha minimizado, enmarcándola dentro de la "normalidad parlamentaria". Confían en que aún existe margen para el acuerdo con los independentistas, a quienes no descartan ofrecer contrapartidas específicas. Entre ellas, ya se baraja algún tipo de beneficio para las pymes catalanas, una posibilidad que la propia Díaz dejó entrever el pasado Primero de Mayo, cuando definió a Cataluña como "un país moderno" ante los medios.
Sumar, consciente de que, sin el apoyo de Junts, la bancada popular es la clave para evitar que su medida termine en la papelera ha adoptado una estrategia basada en la confrontación, asegurando que, al respaldar esta reforma, los populares tendrían la oportunidad de "diferenciarse" de Vox y demostrar su "giro social" espetando, según han trasladado varios dirigentes de Sumar: "a ver de qué sirven 137 diputados del PP".
Yolanda Díaz se agarra a la reducción de la jornada laboral como un intento desesperado por frenar el asedio de Podemos, que no cesa en su intento de desbancar a Sumar y posicionarse como la única alternativa a la izquierda del PSOE.

