El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reconocido este miércoles en el Congreso de los Diputados que el contrato de suministro de balas para la Guardia Civil con una empresa israelí "generó un problema", atribuyéndolo a "desajustes y errores puntuales" en su licitación. Marlaska ha asegurado que asume personalmente la responsabilidad.
Este nuevo revés vuelve a poner en el punto de mira la gestión del ministro, en un contexto de creciente malestar en los cuerpos de seguridad por decisiones políticas que afectan directamente a su operatividad.

