
Hay diferentes estrategias para descalificar a una persona o un argumento. La más usada es la ad hominem que consiste en atacar a la persona en vez el argumento. Menos frecuente es la Reductio ad absurdum, usado en matemática y que consiste en llevar la reducción al absurdo. Esta parece la técnica escogida por Ferraz u Moncloa para distanciarse de Leire Díez, la militante socialista y extrabajadora de empresas públicas, que busca material comprometedor para "matar" al teniente coronel de la UCO Antonio Balas
En tiempo récord, Díez ha pasado de ser una ejemplar socialista con un sueldo de 100.000 euros al año en Correos a casi una desconocida. Sólo el portavoz parlamentario, Patxi López, admitía este martes que conocía desde hace años a la secretaria general del PSOE en el Valle del Pas pero siempre como "militante". Incluso repudiaba el comportamiento mafioso que se evidencia en los audios desvelados por El Confidencial. "Absolutamente rechazable", terciaba.
También fuentes próximas entorno de Santos Cerdán ironizaban con el término de "fontanera" que tendría Díez dentro de su equipo y aseguraban que el secretario de organización "no tiene tantos brazos para tantas manos derechas" como le atribuyen
La Pequeña Nicolás del PSOE
Si el lunes, Ferraz evitaba condenar su comportamiento y sólo se limitaban a asegurar que no estaba "en nómina del partido", en Moncloa iban más allá, tras desvelarse que Díez ofrece beneficios judiciales a los empresarios que colaboren con sus labores de cloaca. "Ofrece cosas que no puede cumplir", sentenciaban fuentes gubernamentales que restaban importancia a sus declaraciones al empresario Alejandro Hamlyn. "Hay gente que tiende a exagerar su poder", añadían mientras reiteraban que no es ninguna intermediaria. Una especie de persona que va ofreciendo beneficios pero, pese a conocer al presidente y a los ministros, luego no los puede ejecutar.
Hay motivos para pensar que Leire Díez no es una militante cualquiera. En sus redes sociales subía decenas fotos con Pedro Sánchez y presumía de haber cenado con Begoña Gómez. Por esa galería desfilan desde Patxi López hasta José Luis Ábalos en una fotografía realizada en el ministerio de Transportes. Algunas fuentes gubernamentales ironizaban comparándole con "el Pequeño Nicolás", el joven estafador que se coló en múltiples actos y presumía de ser agente del CNI.
Otros altos cargos del Gobierno pedían que no se "comprase el argumento de que trabaja para nosotros" y deslizaban que sus labores de cloacas quizás eran para una de las defensas. Un argumento que decae al escucharle ofrecer beneficios de la Fiscalía y hasta de la Abogacía del Estado o al ver que su pieza de caza mayor era la UCO . La operación es renegar de Leire Díez y marcar distancias con ella.
Pese al nerviosismo, que se evidenciaban en el control de las declaraciones de Alegría remitiéndose al comunicado del PSOE de este lunes, algunos ministros aseguraban que habían visto a Pedro Sánchez muy tranquilo y que los trabajos de Leire Díez no se habían tratado en el Consejo de Ministros, ni tampoco en el café previo. Nadie conoce a Leire, la militante del Valle del Pas. Ahora, circulen.

